viernes marzo 29 de 2024

Neymar y los colombianos…

 Por Esteban Jaramillo Osorio

Agitada y tormentosa ha sido la relación del astro Neymar, el futbolista de mayor valoración en el mundo, con los jugadores colombianos de selección. Se recuerda que “ Hijo de p…” llamó, en su cuenta de twitter, a Camilo Zúñiga, asqueado por la marca al filo del reglamento en copa América de Chile.  Antecedente de por medio, en el mundial, cuando después de un rodillazo de Zúñiga, abandonó la competencia, lesionado de gravedad. Con  Carlos Bacca, también tuvo alboroto, con expulsión mutua, al ir el colombiano en solidario respaldo  de Jeison Murillo, agredido por el Brasileño. Hace un año una  patada de atrás, contra Andrés Felipe Roa, en el juego que Colombia perdió 2-0, derivó en fuerte trifulca que se saldó con una solitaria tarjeta amarilla  para Neymar, que luego fue con su equipo campeón olímpico.

Es el brasileño un artista que subvierte sistemas, rompe cinturas, desbarata defensas, es genuino y distinto. Gambeteador irreverente y goleador, con talento de sobra, pero el mundo de la pelota le reprueba sus provocaciones, sus payasadas y su juego con burlas, en ocasiones por encima del reglamento.

Neymar ha sido la bomba noticiosa en estos días, con primeros planos en la prensa del mundo. Aunque sus nuevos hinchas lo celebran en París, la afición en general no digiere su traspaso, por las implicaciones económicas, la agitación extralimitada del mercado y los peligros que para el fútbol en si, acarrea.

Los valores negociados son absurdos, con beneficios para el club comprador, el   futbolista, su padre, empresario codicioso; Barcelona y Santos de Brasil que reclama ya derechos de formación. Neymar acostumbrado esta a grandes cifras. A los 15 años ya ganaba al mes 25 mil dólares.

Su transferencia es hoy motivo de análisis de entrenadores, que lo aprueban con beneplácito; periodistas, expertos en mercado, sicólogos, economistas y dirigentes, con su consecuente explosión en redes sociales.

Tiempos aquellos en los que  se tranzaba entre clubes el pase de un futbolista (cuando esta figura existía), por dos cabras, un burro, un juego de camisetas, o tres pares de guayos.

Pd: El futbolista de mayor cotización en el mundo, jugará en Barranquilla, el cinco de septiembre contra Colombia.

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