jueves marzo 28 de 2024

A la Picota fue enviado el exmagistrado Francisco Javier Ricaurte

22 septiembre, 2017 Judiciales

La jueza 40 de control de garantías de Bogotá legalizó la captura y envió a la Cárcel de La Picota al exmagistrado Francisco Javier Ricaurte Gómez, quien no aceptó los 4 cargos imputados por la Fiscalía y se declaró inocente frente a los actos de corrupción en la Corte Suprema de Justicia.

La juez cobijó con medida de aseguramiento al expresidente de la Corte en desarrollo de la audiencia judicial que terminó a las 2:30 de la madrugada de este viernes y dispuso que mientras se adelanta la investigación sea recluido en el pabellón especial para funcionarios públicos de La Picota por el riesgo de que podría interferir el proceso.

El exmagistrado Ricaurte Gómez negó haber hecho parte de una organización criminal dentro de la rama judicial y se declaró inocente, afirmando nunca ecibió un solo peso por sobornos para amañar decisiones en la Corte Suprema de Justicia.

Ricaurte Gómez fue imputado por los delitos de Concierto para delinquir agravado, Cohecho, Tráfico de influencias y Uso abusivo de información privilegiada.

La fiscalía aseguró que Francisco Javier Ricaurte hizo parte de una red de corrupción junto con el exfiscal Gustavo Moreno, el abogado Leonardo Pinilla, el exmagistrado José Leonidas Bustos y el actual magistrado de la Corte Gustavo Malo, en la cual, a cambio de dinero, intervinieron en decisiones judiciales de expedientes en el alto tribunal.

El representante del organismo investigador resaltó que “manipulaban testigos para cambiar versiones; instrumentalizaban a los medios de comunicación para restar credibilidad a los testigos que mantenían sus versiones; desaparecían evidencias, y obtenían decisiones con apariencia de legalidad que favorecieran a sus clientes con la intervención de funcionarios del más alto nivel”.

Agregó que si estas estrategias no funcionaban la alternativa era dilatar los procesos.

Para tomar la determinación de enviar a la cárcel al expresidente de la Corte, la juez declaró conmovida por los actos de corrupción expuestos que evidenciaban que la justicia se vendía al mejor postor.

“Dolor de patria –dijo–, porque esta toga debemos portarla con orgullo. Nos exige y nos recuerda que la justicia es un valor supremo consagrado en nuestra Constitución. Que estamos llamados a buscar la pacífica convivencia que desde la Constitución se ha señalado. De ahí la responsabilidad de quienes estamos en estos estrados judiciales. La justicia es ciega pero no se debe vender, no se debe exponer. Es triste ver qué la justicia se venda por $2.000 millones”.

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