martes marzo 19 de 2024

Entrevista con Norberto Patarroyo, editor de El Muro de Patan: “El periodista no tiene siempre la plena protección del estado”

Por Guillermo Romero Salamanca

Para Norberto Patarroyo, el editor de El Muro de Patán,  la seguridad para los periodistas en Colombia está muy regular. “Podemos hablar que pasa con 6, pasa raspando. Especialmente cuando hablamos de esas regiones en las cuales la mano oscura de los grupos al margen de la ley que hacen presencia para amenazar con un revólver, pistola o fusil a los comunicadores que quieren denunciar irregularidades en una región. Es evidente que el periodista no tiene siempre la plena protección del Estado”.

Sobre la libertad de prensa, dice que apenas es tibia y que el principal problema para los periodistas empezó cuando como se le retiró la tarjeta profesional.

Los domingos, hacia las diez de la noche, los correos de unos 3 mil periodistas repican con una nueva edición de El Muro de Patán, el medio que lucha por la defensa y el honor de la profesión.

Este medio, hecho en Power Point se ha convertido en la voz de centenares de periodistas. Son 8 años de permanente labor. Empezó a circular el 9 de febrero del año 2008, Día del Periodista.

–¿Cómo surgió la idea?

–La idea surgió precisamente de esas tertulias que se generaban después de los partidos de fútbol. Yo era el DT de un equipo de futbol integrado solo por periodistas. PRENSA BOGOTA F.C. Un grupo de periodistas,  una vez compartida de la agenda deportiva, nos quedábamos allí compartiendo diferentes temas del acontecer diario del periodista. Allí  surge la idea que tuviéramos un medio de comunicación, nuestro, muy personal,      de voz a voz. Le pusimos El Muro para que fuera como una especie de gran mural en donde los periodistas pudieran escribir lo que quisieran. Así nace la idea

–¿Cuánto se demora haciendo El Muro?

El Muro se hace en el transcurso de la semana. Es que no lo hago yo solo, sino varios colegas me envían información, noticias desde el escenario internacional, nacional, local. Pero también nos envían apuntes curiosos o fotos curiosas relacionadas con colegas que se pueden publicar y se le hace un comentario. Es decir que El Muro es muy informal pero también busca  que todos los domingos los colegas tengan una información completa de lo que ocurre en el mundo del periodismo, y también un espacio como para sonreír o para llamar la atención de una manera diplomática a quienes, como cualquier humano, se equivoca.

El Muro tiene un promedio de 20 páginas y tiene secciones en donde se enfatiza en la libertad de prensa, se relaciona lo que está pasando en el mundo del periodismo y resalta también lo que destaca en el plano nacional y local.

–¿Cuántos suscriptores tienes?

–El Muro tiene Twitter 2.177 seguidores con una condición que todos son periodistas. Sumando lo que hacemos a través de Facebook y lo que se envía  también en Hotmail y Gmail (la mayoría se envía por correo personalizado) podemos estar llegando a más de 3.000 seguidores aproximadamente.

–¿A qué se dedica ahora?

–Después de hacer radio unos años en Todelar al lado de Luis Guillermo Troya y realizar varias publicaciones para periódicos locales, en los últimos 15 años me he dedicado a trabajar como periodista del sector salud. Entonces hago asesorías en la parte de prensa a varias instituciones dedicadas al sector salud.

–¿Hay una parte jocosa? ¿Se ha ofendido alguno de los participantes?

–Claro que hay una parte jocosa. Esta la buscan mucho los colegas. Es más, algunos periodistas nos envían material fotográfico o notas curiosas para publicar. No hemos tenido el primer colega que se haya molestado por una publicación que haya salido en El Muro. Por lo menos no me han hecho un reclamo porque siempre lo que hacemos es foto caricatura y un periodista entiende que es una caricatura.

–¿Según lo que has visto, ¿cómo estamos de libertad de expresión en Colombia?

–Una de las misiones que tiene El Muro precisamente es la defensa de la libertad de prensa y semanalmente nos llegan inquietudes de colegas que en oportunidades ven vulnerado su espacio para opinar o decir, como periodistas, lo que quieren denunciar. Pero desafortunadamente en Colombia hay una realidad, y es que los medios de comunicación están en manos de los grandes grupos de poder y esto ayuda a afirmar que en Colombia no tenemos una libertad de prensa plena. Es decir que hay restricciones, limitantes para el periodista que no puedo manifestar muchas veces lo que quiere decir o denunciar (O sentar su propia posición frente a un hecho). Entonces podemos afirmar que en nuestro país hay una tibia  libertad de prensa.

–¿De uno a 10 cómo está la seguridad de los periodistas en Colombia?

–De 1 a 10 la seguridad para los periodistas en Colombia está muy regular. Podemos hablar que pasa con 6, pasa raspando. Especialmente cuando hablamos de esas regiones en las cuales la mano oscura de los grupos al margen de la ley que hacen presencia para amenazar con un revólver, pistola o fusil a los comunicadores que quieren denunciar irregularidades en una región. Es evidente que el periodista no tiene siempre la plena protección del Estado. En algunos  casos se han denunciado amenazas contra comunicadores y el papel del Estado en el tema de protección es pasivo. Se le coloca muchas evasivas al comunicador para su protección.

–¿Cuál considera que es el principal problema de los periodistas en Colombia?

–El principal problema para los periodistas  empezó cuando como se le retiró la tarjeta profesional.  Esto hizo que el periodista haya perdido ese perfil de identidad como profesional que debe tener y empezó a perder espacios. Lo describe muy bien el colega Indalecio Castellanos en una anécdota cuando la señora de los tintos de RCN Radio llegó a la cabina, una vez se enteró de la noticia de la tarjeta profesional para periodistas y les dijo en tono ceremonioso: ¡Buenos días colegas! Ahí se jodió todo  y este ha sido uno de los problemas para el periodista cuando busca el escenario laboral. Ahora nos tratan como el que sabe algo de un oficio y así mismo se les remunera. Ahora todos son periodistas. Hasta el brujo y pastor opinan como periodistas. El otro problema que tiene el periodista es el mal trato que le dan en algunos medios. A algunos les toca rebuscarse vendiendo publicidad y otro se trabajan con sueldos de miseria que no justifican el esfuerzo y el trabajo que realiza.

–¿Montará alguna página en internet?

–Sí montaremos una página en internet. Son los proyectos a mediano plazo. No se ha hecho porque el compromiso inicial es que fuera muy personal. Debía ser voz a voz, a través de correo personalizado para que otras personas que no tenían nada que ver con la actividad del periodista se llegaran a filtrar. Pero ya algunos están aprobando que montemos la página 

–¿Cuáles son sus planes para el futuro del Muro de Patán?

–El futuro inmediato de El Muro consolidarnos como un medio que defiende los derechos de los periodistas, que denuncia los atropellos que se cometen contra los comunicadores y que sea reconocido en el sector periodístico como una herramienta que tienen los colegas para denunciar. Pero a la par, para no volvernos trascendentales, ser un medio diversión y que los colegas tengan un espacio para entretenernos, divertirnos, contarnos que está pasando dentro de lo informal, quien se casó, quien tuvo un bebé, a quien se le creció la familia, quien compro carro. Bueno, saber de tantas cosas. También deseamos apoyar al colega que está buscando trabajo. Bueno, queremos  ofrecer los servicios profesionales de los profesionales de la comunicación.

–¿Por qué se dedicó al periodismo?

–Desde chico me gustaba mucho la radio. Era como la pasión. Era receptor permanente de toda la información que nos llegaba a través de la radio y alguna vez soñaba con estar ahí. Así empecé ese gusto por el periodismo.

Cuando estuve prestando mi servicio militar como bachiller en la Escuela de Infantería,  me fortalecí en el tema de las comunicaciones porque llegué a una Unidad que manejaba el tema de las comunicaciones, al Batallón Escuela de Comunicaciones.  Entonces eso me ayudó a fortalecer el tema de la comunicación en los medios. Trabajé como funcionario del Distrito, pero allí aproveché para hacer mi carrera. Primero de locución en la Academia Arco y después como periodista en la Fundación Universitaria Inpahu.

–¿Cuál ha sido el día más importante en su carrera?

–Cuando me entregaron el Premio de Periodismo Álvaro Gómez Hurtado.

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