miércoles marzo 27 de 2024

Jorge Villamil Cordovez 

Jorge Villamil Cordovez en compañía de Rafael Escalona, considerado como  uno de los más grandes compositores de la música vallenata. 

Por:  Jaime Rico Salazar.

Jorge Villamil Cordovez enmarcó, conjuntamente con José A. Morales, (que desafortunadamente no vivió tantos años) toda una época dorada en la historia de la canción colombiana del interior. Años que tienen mucho que ver con Garzón y Collazos que fueron los que dieron a conocer sus composiciones, con Jaime Llano González que también estuvo ligado musicalmente a ellos y con los Hermanos Martínez que impulsaron muchas de sus canciones.

En el hogar de don Jorge Villamil Ortega y doña Leonor Cordovez Pizarro, nació Jorge el 6 de junio de 1929 en la Hacienda El Cedral, municipio de Neiva. En el internado del colegio Antonio José de Sucre de Garzón hizo sus estudios de primaria y en el colegio Antonio Nariño de Bogotá, su secundaria. Terminó su bachillerato en 1948, ingresando entonces a la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, en donde obtuvo su título de médico en 1954 y se especializó en Traumatología y Ortopedia, estudios que terminó en 1958.

A los 5 años de edad manifestó sus inclinaciones musicales aprendiendo a tocar el tiple, a la vez que también compuso algunas canciones infantiles. Sin embargo, pasaron muchos años sin practicar su facilidad para la composición. Hacía su segundo año de Medicina, en 1950, cuando involucrado con un grupo musical de la universidad compuso “La zanquirrucia” (un sanjuanero) y posteriormente el bambuco “Adiós al Huila”…

Pero mientras estuvo haciendo la especialidad médica de Traumatología y Ortopedia estuvo un poco distanciado de la labor musical. En unos días cuando regresó a Neiva a ver a su padre que estaba enfermo, encontró al trío de Los Sinsontes y les enseñó éstas canciones y “El retorno de José Dolores” que compuso en 1958. En este mismo año en una serenata que le dieron Los Sinsontes a Luz Marina Zuluaga en Manizales le interpretaron estas canciones. Estaban presentes Emeterio y Felipe, Los Tolimenses que se interesaron en conocer al autor de las mismas.

Y con “Adiós al Huila” que grabaron para el Sello Zeida de Medellín nacieron entonces al mundo artístico Los Tolimenses y también Jorge Villamil Cordovez como compositor. Criticado por unos, cuestionado por su familia y elogiado por otros, continuó componiendo más canciones, alternando su distracción musical con el ejercicio de la Medicina y surgieron canciones bellísimas que hoy son orgullo del cancionero colombiano. En 1962 compuso el pasillo “Espumas” canción que tuvo una acogida extraordinaria y rápidamente “llegó” al gusto musical del pueblo colombiano, traspasando las fronteras y haciéndose también popular en otros países latinoamericanos. Fue grabada inicialmente por Los Tolimenses, pero nada pasó entonces……Después la grabaron Garzón y Collazos el 4 de marzo de 1964 con arreglos del maestro Luis Uribe Bueno y consiguió la aclamación popular. Un L.P. de Sonolux con el título de Espumas consagró otras de sus composiciones: “La trapichera”, “Sur del Huila”, “Sabor de mejorana”, “El retorno de José Dolores”, “Adiós al Huila” entre otros…

Un segundo L.P. con el nombre de “Los remansos” impulsó este vals y además “Llorando por amor”, “Las margaritas”, “Tambores de Pacandé”, “Vieja hacienda de El Cedral”, “Noches de La Plata” y “Garza morena”…

En 1968 viajó a México en donde presentó en nombre de Colombia, su tesis de especialidad en Traumatología y Ortopedia en el Congreso Panamericano y permaneció dos años. Allí nacieron: “Oropel”, “Acíbar en los labios”, “Entre cadenas”, “Ocasos”, “El barcino”, “Rumbos marineros” y “Soñar contigo”.

En 1970 compuso el vals “Llamarada” con el cual logró su mayor éxito musical. Lleva más de 90 versiones discográficas, siendo la de mayor impacto la realizada por Isadora (María Teresa Villegas G.) que a la vez surgió al estrellato de la canción. Y en el exterior las versiones más conocidas fueron las que hicieron en México Javier Solís y Lola Beltrán.

Después de  1953 compuso más de 150 canciones. Entre las que lograron mayor popularidad, se pueden mencionar los pasillos: “Acíbar en los labios”, “Amor en sombras”(1953), “Brumas”, “Llevarás tu cruz,” “Me llevarás en ti”(1966), “Sabor de mejorana”(1960), “Soñar contigo”, “Llorando por amor”(1960), “Ocasos” y “Recordar es vivir”(1972) ; los bambucos: “Garza morena”(1962), “Penas al viento” y “Vieja hacienda del Cedral”(1958) ; los valses: “Acuérdate de mí”, “Al sur”, “Amor de hiedra”(1963), “Los remansos”(1965), “Noches de La Plata”(1960), “Si pasas por San Gil”(1975) y “Oropel”; las guabinas: “Los guaduales” y “El caracolí”(1959); sanjuaneros: “El barcino” y “Tambores de Pacandé”; los pasajes: “Luna roja”(1976) y “El canaguaro” y boleros como: “Vuelves”, “Que sea un motivo” y “Entre cadenas”. En otras, un paisaje hecho música como en “Los guaduales” y en “Luna roja”… En historias de sucesos regionales importantes como en “El embajador”…o en “El detenido”.

Por sus méritos musicales fue  el compositor que más recibió en vida, la gratitud, la admiración, el aprecio y el cariño del pueblo colombiano y de sus instituciones. Entre las muchas distinciones que recibió están: La Cruz de Boyacá (1978), Compositor de las Américas y el Mundo Latino (1979) por la APE de Nueva York; la Orden de Los arrieros en Antioquia y tiene muchas más.

Volviendo a su vida privada, es importante anotar su matrimonio con una hermosa mujer en 1965, como fue Olga Lucía Ospina Serrano, candidata por Bogotá al Reinado Nacional del Bambuco, que por aquellos incomprensibles designios del destino murió muy joven, el 21 de febrero de 1978, dejándole dos hijos: Jorge y Ana María. Olga Lucía se había separado legalmente en 1974.

Después de 22 años de vida profesional, en los cuales trabajó con la Caja del Seguro Social, el Distrito Especial de Bogotá y el Hospital de Neiva, se retiró de la Medicina, para dedicarse a sus actividades musicales y artísticas, colaborando con la Sociedad de Autores y Compositores de Colombia, SAYCO, primero como Gerente (1976), Vice-presidente (1978) y luego como Presidente

Desafortunadamente su salud se vio muy comprometida desde que le descubrieron la diabetes en el año 1975 y como consecuencia de la misma falleció el 28 de febrero de 2010.

(Fotografías y datos biográficos resumidos del libro “La Canción Colombiana y su historia” de Jaime Rico Salazar).

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