jueves marzo 28 de 2024

Inaugurada exposición ‘El Circo’ de Fernando Botero en el Museo de Antioquia

Circo (interior) (2007)

  Fotos Cortesía de El Museo de Antioquia

Fernando Botero inauguró en el Museo Antioquia de la ciudad de Medellín, ‘El Circo’, una serie conformada por 32 oleos y 20 dibujos, la cual estará abierta desde hoy y hasta el 17 de mayo próximo.

Esta serie de obras de arte, inaugurada el lunes en la noche, fue creada por Botero después de encontrarse en México en un circo popular, recordó el Museo de Antioquia, que es una referencia cultural de Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia.

Exposición El Circo de Fernando Botero7

Botero al recordar su experiencia en el circo en México dijo: “Una gran revelación. Era igual a los que veía en mi tierra cuando estaba chiquito. Era pobre y lleno de animales famélicos”.

Trapecista (2007)

“Todos tenían la ropa colgada en las carrozas que usaban. Me encontré una gran poesía allí, hablé con los artistas y vi un montón de posibilidades para mi pintura”, expresó.

La conexión de Botero con el circo se remonta a los años treinta, cuando, siendo un niño, presenció una función del Circo Atayde Hermanos en Medellín.

Familia del circo con elefante (2007)

En esta serie, Botero destaca una de sus principales cualidades como pintor: el manejo del color y su impecable paleta, además de su icónico uso de la volumetría.

Entrenador con caballo (2007)

El mismo ha dicho, públicamente, que “los colores del circo son especiales. Uno puede pintar colores tan salvajes como quiera y siempre van a ser lógicos”.

Familia del circo (2008)

El tema del circo cuenta “con un precedente y un legado visual importante de muchos artistas: Picasso, Renoir, Seurat, Watteau, Toulouse-Lautrec y Chagall. Al retomarlo, Botero demuestra nuevamente su gran conocimiento y respeto por la historia del arte, presente siempre en su trabajo”.

La exposición ‘El Circo’, se presentó en el último año en museos de Suiza, Alemania, España, Reino Unido, Italia y Estados Unidos, de acuerdo con la reseña del Museo Antioquia.

Contorsionista (2007)

“El Circo’ surgió después de la serie que Botero dedicó a Abu Ghraib, en la que retrató la tortura y el dolor que se vivió en la famosa cárcel iraquí.

Botero afirmó sentirse exhausto después de aquellas pinturas, y buscó una temática que le permitiera retomar, por medio del color, formas y expresiones, la alegría y el optimismo. Así, ‘El Circo’ está en el extremo opuesto de las obras que él dedicó a la violencia en Colombia y a Abu Ghraib.

 

Trabajó durante dos años en la recreación de este espectáculo. ‘Más allá del colorido, me interesó su movimiento y la filosofía de los cirqueros que son nómadas’, recordó.

“Tenía una deuda con todos ellos porque este tema ha sido de gran interés para muchos artistas”, ha dicho Botero sobre esta obra, que fue publicada en su totalidad en el libro Circus. Paintings and Works on Paper’, agregó.

Circo (2007)

La exposición se da tres años después de la muestra ‘Viacrucis. La Pasión de Cristo’, con la cual fueron celebrados los 80 años de vida de Botero, quien decidió donar esa serie completa al Museo de Antioquia, y ya ha sido expuesta en Chile, Portugal, Panamá, Pereira y Cali.

El Circo, Fernando Botero

Chica del circo con león bebé (2007)

La serie completa de El Circo está conformada por más de 130 óleos y más de 50 dibujos. En el Museo de Antioquia serán expuestos 32 óleos y 18 dibujos.

El Museo presentará el catálogo de la exposición, prologado especialmente para la ocasión por el escritor Juan Gustavo Cobo Borda.

La serie, que cuenta con el patrocinio de Bancolombia, viene desde Suiza y ha sido expuesta en Alemania, España, Inglaterra, Italia, y Estados Unidos.

El Museo de Antioquia trae a Medellín El Circo, serie de pinturas y dibujos que el maestro Fernando Botero creó después de encontrarse en México un circo popular: “Una gran revelación. Era igual a los que veía en mi tierra cuando estaba chiquito. Era pobre y lleno de animales famélicos. Todos tenían la ropa colgada en las carrozas que usaban. Me encontré una gran poesía allí, hablé con los artistas y vi un montón de posibilidades para mi pintura”, ha expresado públicamente el artista, cuya conexión con el circo se remonta a los años treinta, cuando, siendo un niño, presenció una función del Circo Atayde Hermanos en Medellín.

Afiche - El Circo de Botero(1)En esta serie, Botero destaca una de sus principales cualidades como pintor: el manejo del color y su impecable paleta, además de su icónico uso de la volumetría. Él mismo ha dicho, públicamente, que “los colores del circo son especiales. Uno puede pintar colores tan salvajes como quiera y siempre van a ser lógicos”.

El tema del circo cuenta con un precedente y un legado visual importante de muchos artistas: Picasso, Renoir, Seurat, Watteau, Toulouse-Lautrec y Chagall. Al retomarlo, Botero demuestra nuevamente su gran conocimiento y respeto por la historia del arte, presente siempre en su trabajo.

El Circo surgió después de la serie que Botero dedicó a Abu Ghraib, en la que retrató la tortura y el dolor que se vivió en la famosa cárcel iraquí. El artista afirmó sentirse exhausto después de aquellas pinturas, y buscó una temática que le permitiera retomar, por medio del color, formas y expresiones, la alegría y el optimismo. Así, El Circo está en el extremo opuesto de las obras que él dedicó a la violencia en Colombia y a Abu Ghraib.

El artista trabajó durante dos años en la recreación de este espectáculo. “Más allá del colorido, me interesó su movimiento y la filosofía de los cirqueros que son nómadas. Tenía una deuda con todos ellos porque este tema ha sido de gran interés para muchos artistas”, ha dicho Botero sobre esta obra, que fue publicada en su totalidad en el libro Circus. Paintings and works on paper.

La exposición se da tres años después de la muestra Viacrucis. La Pasión de Cristo, con la cual fueron celebrados los 80 años de vida de Botero, quien decidió donar esa serie completa al Museo de Antioquia, y ya ha itinerado en Chile, Portugal, Panamá, Pereira y Cali.

La exposición cuenta con el patrocinio de Bancolombia, entidad que desde su aporte a la cultura destaca el valor a la gestión que se hace en el Museo de Antioquia como testimonio de memoria e identidad país. “Hemos acompañado al Museo desde que el Maestro Botero hizo posible, con su generosidad, que Medellín tuviera un escenario de esta calidad. Escenario que da a nuestra ciudad un atractivo relevante para el país y el mundo”, destaca Carlos Raúl Yepes, Presidente de Bancolombia, quien agrega que la mejor forma de transformar una sociedad es a través de la cultura y que “si esa expresión trae color y alegría como es en este caso la serie El Circo, mucho mejor”.

Fernando Botero

Fernando Botero4

Nació el 19 de abril de 1932 en Medellín. Uno de sus primeros trabajos profesionales como artista se dio a partir de 1949, cuando comenzó a hacer ilustraciones para el Suplemento Dominical del periódico El Colombiano.

En sus años de juventud, Botero residió en lugares de Colombia como Tolú y Bogotá. Para esa

época, hacia 1952, ganó el segundo premio de pintura en el IX Salón Anual de Artistas Colombianos por un óleo que pintó durante su estancia en Tolú.

Su formación autodidacta y exploración como artista continuó en Europa, allí estuvo en España, Francia e Italia. Posterior a esto, regresó a Medellín para luego viajar a México. Un momento decisivo para su estilo artístico se dio al pintar una mandolina. Cuando le hizo un agujero pequeño descubrió cómo el volumen del objeto cambió, se amplió, y desarrolló su obra a partir de esa idea.

Fernando Botero

Regresó a Colombia en 1957. Durante esta época se relacionó con la élite artística colombiana que vivía para ese momento en Bogotá, como Marta Traba, Alejandro Obregón, Enrique Grau, Eduardo Ramírez Villamizar, entre otros.

Para la década del sesenta se estableció en Nueva York, donde el Museo de Arte Moderno de esta ciudad le compró la pintura Monalisa niña. Los años 60 marcaron la apertura de la obra de Botero en el campo internacional, exponiendo y viviendo en Estados Unidos y Europa.

En la década del setenta comenzó a donar obras al Museo de Antioquia, primero con el Exvoto, pintura con la que había participado en una de las Bienales de Arte de Coltejer. Sus donaciones continuaron con una serie de pinturas en la misma década, un conjunto de esculturas en los años 80, una gran donación de su obra en el año 2000, que permitió la transformación del Museo,siendo el gran mecenas de la institución.

Fernando Botero ha realizado exposiciones en Alemania, Canadá, Chile, Dinamarca, Estados Unidos, Italia, Francia, Japón, México, Panamá, Portugal, Venezuela, entre otros.

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