
Que las finales no se juegan, sino que se pelean y se discuten, dicen los expertos en frases de cajón, con estereotipos.
*No señores: Las finales se disfrutan. *
Celebra América, después de tanto infortunio, por su campaña, por sus futbolistas que jugaron siempre con una consigna única, común y solidaria, la del título, con el corazón en la mano en cada partido.

Es claro que el presidente, como hacen los indios, no ha puesto el oído en la tierra para escuchar lo que se mueve en la entraña de una Colombia de ciudadanos que, a pesar de todos los discursos, promesas y proyectos viejos de años, se sienten ignorados; ni respetados ni reconocidos. Ellos, que son la razón de ser de la política y de la economía, a cuyo servicio deberían estar.

«Las crisis son el pan de cada día en un proceso de paz…..La regla de oro de la crisis se llama serenidad…No tambalear, no amarrarse a un solo curso de acción y no dar por sentado anticipadamente ningún resultado, siempre buscando la luz al final del túnel….Por eso quiero decirles a quienes en Colombia están dedicados a la construcción de la paz: ¡no desfallezcan!…….Márquez literalmente cruzó la raya y se salió de la cancha.