El sábado en la tarde se apagaron las luces del semáforo, que dio partida a la primera carrera en Spa-Francorchamps. Tatiana consiguió avanzar algunas posiciones en una carrera accidentada, donde vió volar muy de cerca a su compañero de equipo Nikita Zlobin, quien intentaba adelantar por la parte externa de la famosa curva de Eau Rouge.

La colombiana cruzó la meta en la casilla 13, batallando por no perder posiciones, como consecuencia de una falla eléctrica que frustró sus opciones de continuar avanzando.

El domingo tenían lugar nuevamente una clasificación en la mañana y posteriormente una segunda carrera en la tarde, donde  no se sintió cómoda con el balance de su auto que presentaba un continuo sub-viraje al entrar en las curvas, por lo que apenas consiguió ocupar el puesto 13.

“Fue un fin de semana muy difícil para el equipo y para mí. No conseguimos encontrar un buen balance y tuvimos varios problemas técnicos y mecánicos, que nos impidieron estar luchando por mejores posiciones. Un incidente en la curva 9 en clasificación nos complicó un poco más en la carrera del sábado. No esperaba que las cosas salieran así en mi circuito favorito, pero al menos conseguimos sumar puntos en la última carrera”, afirmó Calderón.