miércoles marzo 27 de 2024

BREXIT

Juan Manuel Galán Pachón

Por: Juan Manuel Galán*

La decisión británica de abandonar la Unión Europea 43 años después, constituye un fuerte golpe al proyecto europeo de integración entre las naciones.

Y no es para menos si se tiene en cuenta que el Reino Unido (Gran Bretaña, Irlanda, Escocia, Gibraltar) representa la novena mayor economía de exportación en el mundo. Sus relaciones comerciales con Estados Unidos, China, Alemania, Países Bajos, Suiza y Francia, le representó -en 2014- $472 mil millones de dólares en exportación y $663 mil millones en importaciones.

En días pasados, de la misma manera que el 5 de junio de 1975, el Gobierno británico realizó un referendo en el que le preguntó a los ingleses si querían permanecer o no como miembros de la Unión Europea. En su momento el 67,2% de los consultados votaron por el sí y 32,8% por el no, pero hace dos semanas, los resultados no fueron los esperados por el Primer Ministro David Cameron pues el 51,9 % de ciudadanos votó por abandonar la Unión Europea o “brexit” y el 48,1 % votó por permanecer en ella.

Aunque la decisión que surgió del referendo no es de obligatorio cumplimiento, el Estado tiene la obligación moral de acatar la voluntad del pueblo; y con ello surgen algunas reflexiones: ¿Qué sucedió para que los ingleses decidieran salir?, ¿Cuál fue el discurso que logró convencerlos?

De un lado están los que querían permanecer en la UE confiados en que ello sería un impulso a la fuerza laboral y a la seguridad; y un fortalecimiento de su economía. En la otra orilla se ubican los conservadores -que respaldaron el brexit- convencidos de que para el crecimiento efectivo del país es necesaria más independencia de la comunidad europea, y una reducción drástica de la inmigración -que a su vez aumentará las plazas laborales para los nacionales-.

Esta última propuesta fue la que ganó y hoy el Reino Unido se enfrenta a un turbio panorama: varios estudios reportan impactos económicos, financieros, laborales, fiscales y exteriores negativos para el Reino Unido. El Departamento del Tesoro británico analizó las posibles consecuencias y llegó a la conclusión de que cualquiera de los dos escenarios provocará una recesión a corto plazo.

En un mundo globalizado como el nuestro, resulta preocupante que la decisión de salirse de la Unión pareciera más una respuesta nacionalista, demagógica y populista a una realidad transnacional que además desconoce los sueños y aspiraciones de los jóvenes –entre 18 y 24 años- que en un 75% votaron por más oportunidades, más integración, más tolerancia, más solidaridad y el pasado 23 de junio perdieron.

*Senador de la República

Partido Liberal Colombiano

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