martes marzo 26 de 2024

Contraplano A cinco años de la primera centuria

Orlando Cadavid Correa

Por Orlando Cadavid Correa

LA PATRIA –el decano los diarios del occidente colombiano—acaba de ponerse a un lustro de su primera centuria y nosotros –tan propensos a pensar y escribir sobre temas y nombres del pasado— no podemos permanecer al margen de tan importante efemérides.

Para cristalizar este empeño encontramos en nuestro pequeño centro de documentación un rico manantial histórico alrededor de “La Chana” –como se le apodó en el pasado— en el meritorio libro “Huellas del periodismo caldense”, del pedagogo y colega Oscar Gaviria Valencia, obra de largo aliento que reseñamos en su oportunidad y a la que   le hicimos algunos reparos de la mejor buena fe porque los correctores brillaron por su ausencia en las 488 páginas de este comarcano homenaje editorial al llamado cuarto poder.

Noventa y nueve palabras le bastaron a su fundador y director, Francisco José Ocampo,  para redactar  su primera nota editorial,  en la edición número 1, que salió a la luz pública en la mañana del lunes 20 de junio de 1921. El parto el debut fue de apenas doscientos ejemplares.

La patria periodico imagenEscribió en su momento este visionario caldense, nacido en Aranzazu: “LA PATRIA aspira a ser vocero levantado y ardoroso que refleje la verdadera opinión pública. Sin pretensiones de dirigirla, trabajará incansablemente por el progreso general de la nación, de sus prácticas e instituciones, por los muy caros del departamento y de cada una de sus secciones municipales y, particularmente, por los de la progresista ciudad en que ve la luz pública. Combatirá con acritud, pero con vehemente entusiasmo la política de los adversarios de su partido y censurará respetuosamente los actos incorrectos de autoridades y funcionarios públicos, para conservar la necesaria autoridad e independencia, cuando juzgue que debe aplaudirlos”. Así saludó, pues, a su naciente clientela el matutino que entraba a disputarle el favor del público lector a los periódicos locales Renacimiento y El Diario que desaparecerían con el correr del tiempo.

Según relata “Mi Tierra”, El Diccionario de  Colombia, el cotidiano empezó a modernizarse cuando fue comprado en 1943 por el futuro gobernador José Restrepo Restrepo y Gustavo Larrea Córdoba, el empresario ecuatoriano que mantuvo estrechos vínculos con su Manizales del alma.

En los 95 años de vida del cotidiano conservador pasaron, en su orden, unos 37 directores: Francisco José Ocampo, Jaime Gutiérrez, Daniel Restrepo Escobar, Julio  Villegas Arango, Alfonso Villegas Arango, Marco Duque Villegas, Aquilino  Villegas (en varias ocasiones), Arturo Arango Uribe, Jaime Gutiérrez (repitió), Silvio Villegas (en distintas oportunidades), José Aristizábal Estrada, Aristóbulo Botero Mejía, Ernesto Restrepo Gaviria, Bernardo Guinge Salazar, Ricardo Arango Franco, Alfredo Botero Trujillo, Fernando Londoño y Londoño, Marco Naranjo López, Antonio Llanos, Joaquín Estrada Monsalve, Jorge Mejía Palacio, Daniel Arango Escobar, Arturo Cardona Jaramillo, Rafael Lema Echeverri, Fernando Duque Macías, José Restrepo Restrepo, Hernán Jaramillo Mejía, José Aristizábal Estrada (otra vez),  Arturo Gómez Jaramillo, Daniel Henao Henao, Gonzalo Jaramillo, Arturo Gómez Jaramillo (repitió), Augusto León Restrepo, Ignacio Restrepo Abondano, Luis José Restrepo Restrepo, Luis Felipe Gómez Restrepo y el actual director-gerente, Nicolás Restrepo Escobar.

La apostilla: El libro de Gaviria –rico en información inherente a la historia del diario leer de los caldenses—recuerda que  como consecuencia de los pavorosos incendios de 1922 y 1926 fueron destruidas las máquinas impresoras del Periódico de Casa que en sus albores tuvo como primer anunciador a la Librería Católica, de los hermanos Moreno, y voceador inicial a Jorge Tascón. Los cronistas primigenios fueron Luis Ocampo Londoño y Gerardo Jiménez Tobón.

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