Donald Trump llega a la Casa Blanca: ¿será el presidente de todos los estadounidenses?
Por Juan José Irigoyen
Este 20 de enero, cuando Donald Trump tome el juramento como presidente de los Estados Unidos, en representación del Partido Republicano, no solo comenzará una nueva etapa en la geopolítica del país y del mundo, sino que se cerrará el capítulo de 8 años de Gobierno de Barack Obama, cuya gestión será juzgada por la historia y sus conciudadanos, en particular los afroamericanos e hispanos, que de una u otra manera jugarán un papel decisivo en la entrante administración, que basó la campaña en los errores de Hillary Clinton, la aspirante del Partido Demócrata; que si bien ganó el voto popular, salió derrotada, a la hora del balance final, en el Colegio Electoral.
En otras palabras, lo que suceda a partir de ese día en la Casa Blanca, no solo tendrá protagonista a Donald Trump, sino que levantará todo tipo de interrogantes, comentarios y análisis de los medios de comunicación del planeta, tanto por sus pronunciamientos, sus silencios, como por el manejo de la política exterior frente a Siria, Rusia, Europa y América Latina, continente este último que sentirá el efecto del llamado posconflicto colombiano, tras la firma del Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc, que le valió el Premio Nobel 2016.
Esa es la tesis del consultor español Antonio Sola –Conferencista de la XI Cumbre Mundial de Comunicación Política en la ciudad de Cartagena en el mes de junio de 2017- quién recordó que el entrante presidente de los Estados Unidos, supo capitalizar en campaña en los errores de la señora Clinton. “Algo que se hizo evidente en el territorio norteamericano rural, a la que se sumó la decisión de la administración Obama, de tender un puente con Cuba, que no fue del agrado de los hombres y mujeres de esta nacionalidad, a la hora de participar en las urnas, originando un “tsunami político, del que se ha dicho mucho y continuará por meses en el presente año”.
Este hecho demuestra, que las campañas políticas en pleno siglo XXI, -con la influencia de la inmediatez que origina la utilización de las redes sociales- da vida a una alta polarización, quién bien utilizada, hizo posible que Trump llegara al triunfo, contra todos los pronósticos, incluida las encuestas, que fracasaron de manera contundente y dejó abierta un interrogante. ¿será necesario realizar una reestructuración del sistema electoral de los Estados Unidos? Todo por cuenta, de la manera como comenzará a gobernar el sucesor de Obama, que necesariamente tendrá que gobernar para todos los americanos y no solamente para los ciudadanos y ciudadanas que le eligieron”.
Algo que no es apresurado pensar, dice Carlos Villota Santacruz, consultor colombiano de marketing político, quién advierte que el sistema electoral de los Estados Unidos tiene varios años de vigencia, que a la luz del avance de la sociedad del conocimiento, no cumple con la expectativa de los ciudadanos, en los tiempos en los que vivimos. “La política cambia, los países cambian. Por lo tanto, las normas electorales también deben evolucionar”, sentenció.
Es decir, el gran reto que tiene Donald Trump, es demostrar que si está preparado para asumir la dignidad que le entregaron sus compatriotas el pasado 8 de noviembre de 2016, ganarse su confianza, edificar gobernabilidad, liderazgo y ser coherente en la interpretación del escenario internacional, que los próximos 12 meses serán complejos, de una alta dosis de diplomacia y con los ciudadanos, como actores de primera línea, gracias a redes sociales como Facebook, Instagram, youtube y twitter.
Una autopista de la información, que hace posible que al instante el planeta se entere que está pasando en Tokio, en Oslo, en Buenos Aires o la ciudad de Cartagena, donde se llevará acabo la XI Cumbre Mundial de Comunicación Política, -en el mes de junio de 2017- con el sello de Paralelo Cero, Diálogos Urbanos y de hombres de vocación académica como Daniel Ivoskus y Juan Carlos Gossaín, quienes estarán al frente de esta cita, donde acudirán consultores, investigadores y periodistas de los 5 continentes.
Mientras ese momento llega, mientras el análisis de la administración Trump alcanza su climax, nadie puede negar que llegar a la presidencia de un país, puede ser más factible que en el pasado, con el concurso de las redes sociales –que desde la óptica de la transversalidad- pueden convertirse en las “reinas” de las campañas electorales. “Algo que puede significar que cualquier ciudadano llegue al poder”, como lo indican Antonio Sola y Carlos Villota Santacruz, desde la ciudad de Quito, en el Centro de Convenciones Quorum.