lunes marzo 25 de 2024

EmPápate

 

EL FUTBOLISTA DEL PAPA FRANCISCO 

Por Guillermo Romero Salamanca

El mundo del deporte sabe que el Papa Francisco es hincha del Club San Lorenzo y que usó la camiseta número 4 cuando era niño y joven. Su primera pasión fue el fútbol.

En la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, un joven brasileño le preguntó: ¿Es mejor Maradona o Pelé?”, el Papa respondió: “Para mí, Messi”.

Y el mismo interrogó a Ronaldinho cuando le visitó en el Vaticano, ¿Pelé o Maradona? A lo cual el astro brasileño, sólo tuvo risas como respuesta.

El Pontífice conoció a Lionel Messi el 13 de agosto del 2013. No lo ha visto jugar, ni siquiera por televisión, porque el 15 de julio de 1990 hizo una promesa a la Virgen del Carmen de no gastar tiempo en programas televisivos.

Pero la pregunta clave hubiera sido: ¿Su Santidad, cuál es el futbolista que más alegría le ha dado en su vida? De seguro contestaría: “René Pontoni”.

Habría que buscar al doctor Hernán Peláez, el más grande conocedor y comentarista de fútbol de Colombia, para interrogarlo por René Pontoni. Diría entonces que su nombre completo era René Alejandro Pontoni, había nacido en Santa Fe por los años veinte y le decían “la chancha” o “huevo y viajara al más allá en 1983 a los 62 años.

ÍDOLO EN ARGENTINO

El doctor Peláez también comentaría que Pontoni fue uno de los mejores centros delanteros de Argentina y que muchos lo comparaban con Alfredo Di Stéfano. En sus 14 años de vida profesional deportiva anotó 165 goles en 273 partidos. “El hombre fue ídolo en Club Atlético Newell´s Old Boys, San Lorenzo de Almagro y en Santafecito Lindo de Bogotá, donde marcó 27 goles en 44 partidos.

En Santa Fe jugó con grandes como Rafael Prieto, Chonto Gaviria, Hernando Moyano, José Kaor Doku, Oscar Bernau, Oscar Sabransky, Jorge Benegas, Ángel Perucca, El “Pibe Rial”, Mario Fernández y Charles Mitten. Era un equipazo de verdad.

CON UN EQUIPO GRANDE

El Papa nació, creció y sufrió con san Lorenzo de Almagro y cuando llevaron a René Pontoni, en el primer partido que jugó, el 22 de abril de 1945, debutó ganando y marcando. Fue un acalorado partido contra Gimnasia y Esgrima de La Plata y como visitante. El rubio delantero marcó tres goles y quedaron 4 a 2.

Al año siguiente, con una delantera demoledora, con Armando Farro,  Antonio Mario Imbelloni Di Leo, Rinaldo Fioramonte Martino, Alfonso Silva Placere y René Pontoni anotaron 90 goles y salieron campeones de la primera división.

Pero Pontoni era seguido por Jorge Bergoglio y admiraba sus gambetas y su forma de animar al equipo, a la hinchada y a destrozar las redes con sus anotaciones. Supo que fue contratado por Santa Fe, primer campeón colombiano y que llegaba a un equipo grande.

Mientras jugaba con San Lorenzo tuvo también un desempeño sensacional con la selección de su país. Fue tricampeón sudamericano: 1945 en Chile, 1946 en Argentina y 1947 Ecuador. Totalizó 19 goles en 19 partidos con el equipo de celeste y blanca.

PARTICIPÓ EN GOLEADA AL REAL MADRID

En diciembre de 1946, El Club San Lorenzo emprendió una gira por España y Portugal. Hicieron 41 goles en ocho partidos. Tuvieron un amistoso contra la selección española a la cual le aplicaron 6 goles a uno.

“Luego de golear a España, René salió de compras por Madrid. Ante una vidriera se detuvo al ver que tenían su cognac favorito. Al pedirle dos botellas, el dueño advirtió su acento y le espetó: “¿Usted no es uno de esos tíos argentinos que le han metido seis goles a la selección? ¿Esos del San Lorenzo?”. Casi con temor, respondió afirmativamente, y el señor saltó, efusivo: “Pues, qué va, hombre… Va usted a permitirme que le obsequie estas dos botellas, entonces… No me debe nada, el agradecido aquí soy yo. Que ya les contaré a todos mis amigos que ha estado usted en mi modesta tienda. Ustedes sí que me han divertido en el estadio… ¡Nunca he visto nada igual, hombre!”, escribió El Gráfico sobre ese acontecimiento.

“El 14 de mayo de 1983, a los 63 años, un infarto se lo llevó a gritar los goles eternos. En el recuerdo resaltan las palabras de Juvenal para René Pontoni: “El centro delantero más fino, elegante, armonioso, sutil y brillante de toda la historia del fútbol nacional”, reseñó El Gráfico.

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