lunes marzo 25 de 2024

Papa Francisco dice que eutanasia es ilícita pero advierte ensañamiento terapéutico

16 noviembre, 2017 Generales, Internacionales, Salud

Este jueves el papa Francisco señaló que la eutanasia “es siempre ilícita” pero admitió que “es moralmente lícito renunciar a la aplicación de medios terapéuticos o suspenderlos” cuando resultan éticamente desproporcionados, informó la Santa Sede.

El sumo pontífice hizo estas reflexiones en una carta enviada a los participantes del Encuentro Regional Europeo de la Asociación Médica Mundial, que se celebra hoy y mañana en el Vaticano y que está organizado por la Academia Pontifica para la Vida.

Y citó la Declaración sobre la eutanasia del 5 de mayo de 1980 y aseguró que “es moralmente lícito renunciar a la aplicación de medios terapéuticos o suspenderlos, cuando su empleo no corresponde a aquel criterio ético y humanístico que seguidamente será definido (como) proporcionalidad de las curaciones”.

Esta elección, justificó “asume responsablemente el límite de la condición humana mortal, en el momento en el cual se toma conciencia de no poder contrastarlo más”.

Francisco consideró que: “no se quiere procurar la muerte”, sino que “se acepta no poder impedirla”.

Y sostuvo que: “No activar medios desproporcionados o suspender su uso equivale a evitar el ensañamiento terapéutico” que tiene “un significado completamente diverso de la eutanasia, que es siempre ilícita, porque interrumpe la vida provocando la muerte”.

Jorge Bergoglio celebró que en los últimos años “la medicina ha desarrollado una mayor capacidad terapéutica, que ha permitido acabar con muchas enfermedades, mejorar la salud y prolongar el tiempo de la vida”.

Y además valoró que a la hora de atender a un paciente es necesario evaluar la “efectiva proporcionalidad” de los tratamientos que le son propuestos “en la situación concreta, renunciando cuando tal proporcionalidad sea reconocida como carente”.

El papa también criticó que exista cada vez más una desigualdad terapéutica que está “presente en los países más ricos donde el acceso a las curas corre el riesgo de depender más de la disponibilidad económica de las personas que de las efectivas exigencias de curación”.

Y se refirió a los cuidados paliativos para justificar que si no se puede garantizar la curación de una enfermedad, se debe “cuidar siempre a la persona viviente: sin acortar nosotros su vida, pero sin ensañarse inútilmente contra su muerte”.

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