jueves marzo 28 de 2024

Inglaterra: ¿Quién dijo miedo?

Por Esteban Jaramillo Osorio

De David Ospina dicen los ingleses que es mal portero, de la defensa critican su  falta de sincronización en los centrales, del medio argumentan que carece de firmeza, de Quintero que es pequeño, de James que esta “Tocado” y de Falcao, aunque le temen, no olvidan su paso sin éxito por Chelsea y Manchester.

Aunque minimizan a la selección Colombia, condicionan sus ansias de victoria por la habilidad de los nuestros en la técnica colectiva, en los duelos personales,  las combinaciones rápidas y  los penaltis. En las series desde el punto blanco, generalmente pierden. Por ello, disfrazan sus temores con proclamas de triunfo.

Son inventores del futbol y creen que los partidos se ganan sin jugarlos,  por historia o camiseta. No  asistieron a los primeros mundiales porque ellos, tan aristocráticos, no se mezclaban con la plebe.

Con Inglaterra hay historia. En mundiales, la  derrota del 98, cuando nuestra selección perdió la cabeza. Fuera de ellos, en Wembley, su estadio oficial , cuando Higuita hizo el escorpión, jugada de fantasía, reconocida como la mejor del futbol por  perfección, acrobacia y osadía. Allí mismo Andrés Escobar, en el 88, seis años antes de su muerte  trágica, empató un partido, 1-1, con espectacular gol al estilo Jerry Mina, con la selección de Maturana.

Son buenos, sin duda. Tienen oficio, con movimientos intimidantes de Kane, poder aéreo con Stone, influencia creativa con Allí, desbordes veloces  con  Sterling y Lingard y despliegue con Handerson y Trippier. Pero no conforman  un sólido bloque con plan de juego definido. Equipo técnico en ocasiones, pero también torpe cuando juega alterado, excitado y vertiginoso, si el resultado no es amigo.

Jorge Luis Pinto los dominó y eliminó en Brasil, con la débil Costa Rica, después de dar un repaso táctico de categoría. Sus tres leones, símbolo de su escudo, fueron, aquella vez, mansas palomas.

Son antecedentes para levantar el vuelo. Sin pensar en la lesión de James, en la estatura de los rivales, o en su riqueza histórica. Ganar es posible. La fiesta esta prendida…

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