lunes marzo 25 de 2024

Los clásicos…

Por Esteban Jaramillo Osorio

En Madrid, en Barcelona, en Milán, en el Azteca, en Rio con Fla-flu, en el campin, en Medellín, en Boca o River. En Escocia. En Londres o Manchester.

El mejor, el de España. Por calidad, por difusión, por artistas, por morbo, por convocatoria mundial. El de Bogotá, el próximo fin de semana, sin futbol, porque esa es la tendencia hoy. Sufrir sin diversión con Millonarios eliminado y Santa fe con perspectiva, metido en otros temas.

Al de Argentina, por copa, lo llaman el partido soñado. Por gambetas o patadas, por disposiciones tácticas rígidas, por tensión, por hinchadas siempre en guerra, por sus desbordes en la victoria, o por los lloriqueos de almas dolientes en la derrota. Por correr o pensar, por jugar o torpedear. Por su goles magistrales, elaborados o casuales. Por esa ferviente manera de vivir el futbol, todo pasión, entrega, corazón.

Tienen los argentinos un fuego interior cuando compiten que los hace, tantas veces, invencibles. Como lo tiene Wilmer Barrios o lo tuvo el Chicho Serna.

Se acerca el clásico argentino, con su valentía y su ritmo, su picardía y su pasión. Su futbol musculoso sin lucidez, dominado por la urgencia del resultado por encima de aquel estilo embriagador del pasado cuando gobernaban cinturas en movimiento, requiebros, recursos y  arte en el manejo  del balón. “El mejor clásico del mundo”, porque lo dicta el marketing, porque lo ordena la copa.

Esteban Jaramillo Osorio

Twitter: @estejaramillo

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