miércoles marzo 27 de 2024

Gobierno Duque ordena la captura de la cúpula del ELN, tras atentado con carro bomba a la General Santander

18 enero, 2019 Generales, Judiciales, Política

 El presidente Iván Duque pidió hacer efectivas las órdenes de captura contra los cabecillas del ELN y retiró a los negociadores de esa guerrilla los beneficios otorgados en medio de los diálogos.

Tras el anuncio del primer mandatario se reactivan las circulares rojas vigentes contra los negociadores del Ejército de Liberación Nacional, que en este momento se encuentran en Cuba.

Cabe recordar que el gobierno colombiano señaló este viernes al ELN como el responsable del ataque terrorista que dejó 21 muertos en la Escuela de Cadetes General Santander, marcando el fin de los diálogos de paz con esa guerrilla.

«El gobierno nacional sabe y entiende que el ELN no tiene voluntad de paz», dijo en su momento el comisionado de paz, Miguel Ceballos, en una rueda de prensa junto con otras altas autoridades en la presidencial Casa de Nariño.

Por su parte, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, había señalado que el acto terrorista contra la Escuela de Cadetes fue cometido por un miembro de esa guerrilla.

Botero reveló este viernes en la mañana las evidencias de que el autor material del hecho fue José Aldemar Rojas Rodríguez, de 56 años de edad, quien murió en el atentado.

Rojas Rodríguez entró a la fuerza a la Escuela de Cadetes en una camioneta con 80 kilos de pentolita. El ministro Botero agregó que «no existe hasta el momento, dentro de estas primeras 22 horas (de investigación), ningún elemento que nos permita concluir que esta persona se suicidó».

Según el ministro de Defensa, el plan original podía consistir en activar los explosivos mediante «dispositivo electrónico». La explosión dejó 21 muertos y 68 heridos, 58 de los cuales fueron dados de alta, según la Policía.

Frases destacadas de la alocución del Presidente Iván Duque         

Desde esta mañana el país conoce estos resultados: el Grupo Armado Terrorista ELN es el autor del despreciable ataque contra el centro de estudios de la Policía Nacional. Este fue un atentado preparado y organizado con muchos meses de anticipación. No descansaremos hasta llevar a la Justicia a todos los autores materiales e intelectuales.

Para toda Colombia hoy es claro que el ELN no tiene ninguna genuina voluntad de paz.

La paz se debe construir sin premiar ni legitimar a los criminales y la paz no puede ser producto del chantaje contra la legalidad. El secuestro no solo es un execrable delito contra la libertad, sino un crimen de lesa humanidad.

Colombia y la comunidad internacional le exigen nuevamente al ELN la liberación total e incondicional de los secuestrados a los que hoy mantienen alejados de sus seres queridos. Le exigen al ELN el cese de las actividades delincuenciales contra la vida y la libertad de los colombianos y contra la infraestructura vital de la Nación.

Los registros oficiales nos indican que 5.682 ciudadanos inocentes han sido secuestrados por el ELN en los últimos 23 años: esto es 247 secuestrados al año, y alrededor de dos personas cada tres días. El ELN es y ha sido una máquina criminal de secuestros y atentados.

En lo corrido de nuestro Gobierno el ELN ha pretendido seguir con secuestros y actos terroristas, asesinando líderes sociales, y a pesar de los insistentes pedidos de familias indefensas, se ha negado a proveer la mínima información humanitaria de los 16 secuestrados que hoy tienen en su poder y de quienes no se conoce ninguna información. En estos casi seis meses no hemos bajado la guardia y hemos capturado 385 de sus miembros y se han registrado más de 148 desmovilizaciones individuales.

Basta ya, señores del ELN. Basta ya de muertos, basta ya de secuestros y de atentados contra el medio ambiente. Colombia les dice: Basta.

Hoy, después de convocar el Consejo de Seguridad Nacional y de dialogar intensamente con líderes de la comunidad internacional, he ordenado el levantamiento de la suspensión de las órdenes de captura a los 10 miembros del ELN que integraban la delegación de este grupo en Cuba y he revocado la resolución que creaba las condiciones que permitan su permanencia en ese país. Esto significa la terminación inmediata de todos los beneficios otorgados a ellos en el pasado por el Estado y la activación de las circulares rojas de la Interpol.

Agradecemos la solidaridad expresada por el gobierno de Cuba el día de ayer y hoy les pedimos hacer efectivas las capturas de los terroristas que se encuentran en su territorio y entregarlos a las autoridades policiales colombianas.

Hoy hemos recibido un sólido apoyo a nuestro Gobierno en la lucha contra el terrorismo. Demandamos la liberación de los secuestrados y el fin de sus actos criminales. Por esa misma razón, también denunciaremos a cualquier Estado que brinde respaldo o permita la presencia de miembros de este grupo en su territorio.

Si el ELN realmente quiere la paz, necesita mostrarles al país hechos concretos como la liberación inmediata de todos los secuestrados y el fin de todas sus acciones delictivas.

Nos unimos con afecto y emoción a la iniciativa ciudadana de marchar en rechazo al terrorismo y en memoria de los jóvenes asesinados.

Pueden tener la certeza de que estamos preparados para seguir enfrentando todas las organizaciones criminales y seguir construyendo un país pujante, optimista, motivado y comprometido con un mejor futuro.

Todos, todos unidos contra el terrorismo. Al terrorismo solo con la ley, pero con todo el peso de ella.

Alocución del Presidencial

Compatriotas,

El dolor causado por el miserable atentado terrorista contra los jóvenes cadetes de la Escuela General Santander hoy continúa en los corazones de todos los colombianos. En las 36 horas que han transcurrido desde este acto de barbarie, las autoridades y los entes de investigación han establecido los responsables y la secuencia completa de los hechos.

Desde esta mañana el país conoce estos resultados: el Grupo Armado Terrorista ELN es el autor del despreciable ataque contra el centro de estudios de la Policía Nacional. Este fue un atentado preparado y organizado con muchos meses de anticipación. No descansaremos hasta llevar a la Justicia a todos los autores materiales e intelectuales.

Para toda Colombia hoy es claro que el ELN no tiene ninguna genuina voluntad de paz.

No existe ninguna ideología ni causa que justifique la sevicia de ayer contra la juventud colombiana, que justifique el asesinato de otro ser humano, que justifique las extorsiones y otros delitos como el ecocidio perpetrado por décadas en nuestro país. No hay justificación alguna para contaminar el suelo colombiano con el equivalente a los más graves derrames de petróleo de la historia.

No hay justificación ni consideración ni vacilación ante el terrorismo. Esta es una amenaza que sufren muchísimos países. Ayer en Bogotá los criminales atentaron contra jóvenes estudiantes con ganas de servirle a nuestro país. Un dolor similar experimentó en el pasado Madrid, Nueva York, París, Londres, Buenos Aires y otras tantas sociedades que encontraron en la unidad y en la contundencia la mejor línea de defensa contra el terror.

Todos los colombianos queremos la paz para nuestro país. El artículo 22 de la Constitución Política la ratifica como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento. Nuestro país rechaza la violencia, repudia el terrorismo y cree en la legalidad como principal cimiento para el disfrute y la consolidación de la paz.

La paz se construye siguiendo el lema de nuestro escudo: el encuentro fraterno entre la Libertad y el Orden. Esta construcción, que es el objetivo de toda nuestra sociedad, florece en un marco de legalidad con Justicia y Seguridad, y es mi deber constitucional proteger la vida, la honra y los bienes de todos los colombianos.

Ese marco de legalidad y ese deber constitucional guían nuestra política frente al ELN. Por eso, desde el primer día de nuestro gobierno le exigimos a este grupo criminal la entrega de todos los secuestrados en su poder y el cese de sus actividades delincuenciales para considerar cualquier espacio de conversación.

Estas condiciones no nacen del capricho y son el reflejo de esta premisa: la paz, la paz se debe construir sin premiar ni legitimar a los criminales y la paz no puede ser producto del chantaje contra la legalidad. El secuestro no solo es un execrable delito contra la libertad, sino un crimen de lesa humanidad.

Colombia y la comunidad internacional le exigen nuevamente al ELN la liberación total e incondicional de los secuestrados a los que hoy mantienen alejados de sus seres queridos. Le exigen al ELN el cese de las actividades delincuenciales contra la vida y la libertad de los colombianos y contra la infraestructura vital de la Nación.

El engaño sistemático y la violencia irracional han caracterizado casi tres décadas de fallidas conversaciones con el ELN. La lista de atentados terroristas, secuestros y crímenes es bien conocida por todos los colombianos. Desde las 78 víctimas del vil ataque al oleoducto en Machuca, Antioquia, hace 20 años, hasta los estudiantes de la Escuela de Cadetes en Bogotá el día de ayer muestran el innegable hilo conductor que los guía que no es otro que el desprecio a la vida. Los registros oficiales nos indican que 5.682 ciudadanos inocentes han sido secuestrados por el ELN en los últimos 23 años: esto es 247 secuestrados al año, y alrededor de dos personas cada tres días. El ELN es y ha sido una máquina criminal de secuestros y atentados.

Durante los 17 meses del proceso de diálogo entre la administración anterior y el ELN, estos criminales ejecutaron 400 acciones terroristas en 13 departamentos, dejando 339 víctimas y más de 100 asesinatos.

En lo corrido de nuestro Gobierno el ELN ha pretendido seguir con secuestros y actos terroristas, asesinando líderes sociales, y a pesar de los insistentes pedidos de familias indefensas, se ha negado a proveer la mínima información humanitaria de los 16 secuestrados que hoy tienen en su poder y de quienes no se conoce ninguna información. En estos casi seis meses no hemos bajado la guardia y hemos capturado 385 de sus miembros y se han registrado más de 148 desmovilizaciones individuales.

Basta ya, señores del ELN. Basta ya de muertos, basta ya de secuestros y de atentados contra el medio ambiente. Colombia les dice: Basta.

Hoy, después de convocar el Consejo de Seguridad Nacional y de dialogar intensamente con líderes de la comunidad internacional, he ordenado el levantamiento de la suspensión de las órdenes de captura a los 10 miembros del ELN que integraban la delegación de este grupo en Cuba y he revocado la resolución que creaba las condiciones que permitan su permanencia en ese país. Esto significa la terminación inmediata de todos los beneficios otorgados a ellos en el pasado  por el Estado y la activación de las circulares rojas de la Interpol.

Agradecemos la solidaridad expresada por el gobierno de Cuba el día de ayer y hoy les pedimos hacer efectivas las capturas de los terroristas que se encuentran en su territorio y entregarlos a las autoridades policiales colombianas.

Seguiremos fortaleciendo el respaldo internacional para condenar y perseguir a este grupo terrorista. Hoy hemos recibido un sólido apoyo a nuestro Gobierno en la lucha contra el terrorismo. Demandamos la liberación de los secuestrados y el fin de sus actos criminales. Por esa misma razón, también denunciaremos a cualquier Estado que brinde respaldo o permita la presencia de miembros de este grupo en su territorio.

Continuaremos la persecución contra este grupo con toda las capacidades ofensivas y sancionatorias del Estado. Perseguiremos sus bienes quitándoles el dominio y llevando sus testaferros a la justicia y fortaleceremos la desmovilización individual para que los miembros del ELN que genuinamente le apuesten a dejar la violencia tengan una ruta de regreso a la civilidad y seguiremos siendo implacables para desmontar sus estructuras de narcotráfico, extorsión, minería ilegal y contrabando.

Si el ELN realmente quiere la paz, necesita mostrarle al país hechos concretos como la liberación inmediata de todos los secuestrados y el fin de todas sus acciones delictivas.

Somos conscientes de que estas decisiones traen implicaciones y desafíos para toda Colombia, pero a los colombianos nunca nos ha tocado fácil y siempre hemos superado los obstáculos. Esta no será la excepción y no nos vamos a dejar intimidar por el terrorismo.

Nos unimos con afecto y emoción a la iniciativa ciudadana de marchar en rechazo al terrorismo y en memoria de los jóvenes asesinados.

Pueden tener la certeza de que estamos preparados para seguir enfrentando todas las organizaciones criminales y seguir construyendo un país pujante, optimista, motivado y comprometido con un mejor futuro.

Todos, todos unidos contra el terrorismo.  Al terrorismo solo con la ley, pero con todo el peso de ella.

Buenas noches y que Dios bendiga a Colombia.

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