viernes marzo 29 de 2024

El Ojo del Halkón La justicia debe ser para todos

Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

BOGOTA, 13 de julio de 2019 RAM_ Lo que voy a decir al principio parece contradictorio, cuando conocí a Andrés Felipe Arias, me di cuenta que tenía un gran futuro político, por su inteligencia y calidad humana y de verdad en este momento duele verlo “entre rejas”, o mejor con problemas con la justicia, aunque dicen que aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión.

Considero que lo que pasó con Agroingreso Seguro fue algo muy grave, porque se veía como la gran oportunidad para que los campesinos tuvieran los fondos necesarios para resolver los problemas de sus parcelas y lo que salieron beneficiados fueron políticos, empresarios, banqueros y hasta reinas de belleza.

No doy nombres, porque al fin y al cabo fue una mala administración de fondos que a la hora de la verdad tenemos que pagar todos los colombianos en el momento de pagar impuestos; pero creo no estar equivocado en pensar que el que está tras las rejas no se llevó ni una moneda y pagó o está pagando los pecados de otros.

Como la mayoría de funcionarios que resultaron implicados en casos de justicia de la administración de Uribe Vélez, Andrés Felipe cogió las de Villadiego y es muy grave porque regreso deportado y como prófugo de la justicia; pero con una gran diferencia, todos los deportados llegan en malas condiciones, con esposas y una seguridad bastante fuerte; pues al fin y al cabo cometieron algún delito que pagaron en cárceles de diferentes países y por eso muchos logran su libertad y otros deben de cumplir con la justicia colombiana.

Andrés Felipe llegó en avión privado, habló el Director de la Policía y según dicen mis colegas de los medios de comunicación, el Director del INPEC se interpuso para que los periodistas, o mas bien los fotógrafos tomaran sus placas y se conoció la llegada de Arias por rumores y comentarios, pues la prensa fue la invitada de piedra en un país en el que se habla de la libertad de prensa.

En este punto, hago una crítica a mis colegas y les digo, que así le paga del diablo a quien bien le sirve, porque muchos se han dedicado a alabar y a servir muchas veces no siendo objetivos de lo sucedido al informar para tener la amistad de algunos gobernantes, olvidándose que el periodista está para defender los derechos de sus lectores y no de los gobernantes y empresarios. Otro diría en palabras mas fuertes, por este comportamiento es el pago que se recibe y quizá merecido, porque por el accionar de muchos el periodismo ha perdido credibilidad y es cuando se habla de una prensa comprada; pero quiero aclarar, no son todos los del gremio sino unos cuantos, y recordemos que por el accionar de unos pagamos todos.

Volviendo al asunto de la justicia, lo que le suceda a Andrés Felipe depende de la decisión del Juez Segundo de Ejecución de Penas de Bogotá quien debe de aplicar la justicia como a cualquier ciudadano que haya cometido un delito y que debe responder por sus acciones; pero da pena y vergüenza que en el Congreso de la República se hable de un proyecto de ley; que no sé como lo van a hacer retroactivo para ayudar a “Uribito” mientras que se ha olvidado a otros tantos que formaban parte del séquito y que ahora están tras las rejas, muchos de ellos olvidados y con carrereas políticas terminadas, como sabemos que es lo que va a pasar con Andrés Felipe, quien a pesar de su edad no creemos que en política sea mucho lo que pueda hacer en el futuro.

Dijo en muchas oportunidades el ex Ministro de Agricultura, que no quería regresar al país, porque no creía en la justicia colombiana, y si es porque hace verdadera justicia que no se les cree, estoy de parte de quien haga la justicia.

Se que este es un tema muy difícil de tratar y estoy de acuerdo lo que se dice en mentideros político, sociales y en la calle, que Andrés Felipe es inocente y que quienes son los culpables siguen libres, sin que nadie diga nada.

Lo que da tristeza y pena ajena es saber que Colombia quiere tener dos clases de justicia y que se cumpla, no sé si adagio o comentario que reza: “que en Colombia, la justicia es solo para los de ruana”.

Se habla de la seguridad para el ex ministro y por eso que se debe llevar a una guarnición militar a pagar mucho o poco de la causa impuesta y no nos damos cuenta que es una vergüenza que personas como Samuel Moreno estén en una escuela de la Policía después de haberse apoderado de los dineros de la ciudad de Bogotá y haber hecho una de las más malas administraciones, la que tuvo como imagen la corrupción galopante en la primera ciudad del país.

Yo estoy de acuerdo que se haga justicia y que si de verdad se hacen cuentas por trabajo y estudio y Andrés Felipe cumplió las tres quintas partes como reza el Código Penal Colombiano recobre su libertad, pero de lo contrario que no se vea como una jugada política, la que pone en peligro una vez mas la poca credibilidad que hay en la justicia y con los políticos de este país.

Las cárceles colombianas están llenas de cientos de hombres y mujeres inocentes, que están esperando se les resuelva su situación jurídica y otros condenados sin haber cometido los delitos que se les indaga mientras que los ladrones de cuello blanco y los que le hacen tanto mal a la sociedad llegan a acuerdos inicuos y siguen sus vidas como si nada hubiera sucedido.

En el caso de Jesús Santrich estoy de acuerdo con la orden de captura que se le dictó, porque si corría peligro su vida, debía de haber confiado en la justicia y pedido protección y no darse a las de Villadiego, porque eso lo pone ante la palestra pública como un verdadero delincuente, porque el que nada debe, nada teme y le pone la cara a la justicia.

Santrich como Márquez y El Paisa, como decía mi tía, no tienen perdón de Dios, porque han puesto en entredicho un proceso de paz que pudo ser la salida a los asesinatos y la violencia de un país de gente buena por mas de cincuenta años; pero ahora es tanto el desasosiego que no hay tranquilidad en los campos y en las ciudades que están llenos de delincuentes y en donde la droga está acabando con los jóvenes, cuando nos estamos preocupando más por otras situaciones.

Me calificarán de cansón, pero creo que un país que se respete le da el valor a los poderes ejecutivo. Legislativo y judicial, además de su independencia, pero muchos de nuestros dirigentes quieren gobernar al país, hacer las leyes e impartir justicia y eso no debe de ser así.

Es muy muy grave el asesinato de los lideres sociales, y es muy grave que algunos de los ministros del Gobierno Duque, no sepan que es lo que dicen, que hable a la ligera para luego tener que salir a rectificar.

El odio que trata de sembrarse desde el Congreso de la República por algunos sectores, es lo que tiene el país totalmente polarizado, en donde estamos tan mal que no sabemos que es lo que le vamos a dejar a nuestros hijos y a nuestros nietos, porque les estamos enseñando a odiar, a no ser tolerantes y a no respetar las opiniones de los demás.

Hago votos porque la nueva legislatura cuente con un buen presidente y con unos congresistas que piensen diferente, solamente en trabajar para el pueblo, sacar adelante las leyes que sean necesarias y de esa manera responder a esos ciudadanos que creyeron en ellos y los eligieron.

A pesar de que en este primer semestre de la legislatura del 2019 creo que es poco lo que se va a hacer porque los políticos van a estar pendientes de como sostienen sus fortines durante los comicios de octubre, cuando se hacen las elecciones regionales.

Lo último que se pierde son las esperanzas y esperamos un nuevo rumbo en el gobierno, que los padres de la Patria piensen en hacer las cosas bien y que quienes se han dedicado a destilar veneno cambien su manera de ser para el bien del pueblo trabajador y honesto que a pesar de todo siguen creyendo en ellos.

Se habla de la mala calificación del Congreso de la República hasta el momento, y es porqué estuvo bastante polarizado, pero no debemos olvidar que como en toda sociedad hay gente buena, regular y mala, y así sucede en el Congreso de la República, en la Policía Nacional, en el Ejercito, etc., etc., etc.

Que bueno es en medio de tantas noticias malas, de polarización y de odio uno estar al frente del televisor para deleitarse con un partido de tenis en donde dos hombres en representación del país se batieron como grandes guerreros y le dieron un triunfo, que debe de abrir los titulares de los informativos y de los rotativos de todo el país. Juan Sebastián Cabal y Robert Farah fueron los protagonistas ante el mundo que los calificó como los grandes triunfadores en la Catedral del tenis mundial en Londres al ganar en dobles el campeonato de Wimbledon de este año en la mañana-tarde de este inolvidable 13 de julio de 2019.

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