jueves octubre 3 de 2024

El Ojo del Halkón Soberbia

16 agosto, 2020 El Ojo del Halkón, Opinión

Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

BOGOTA, 16 de AGOSTO de 2020 RAM_ Los hombres nos hemos sentido superiores los unos a los otros y hemos tratado de adecuar las cosas a nuestra manera de pensar, no respetando en muchas oportunidades los derechos de los demás sino buscando el bien propio y es así como vemos que las constituciones se cambian y por eso decía un gran pensador, que las constituciones de muchos países eran pedazos de retazos porque los cambios se hacían al antojo de cada quien.

Vemos con tristeza como en nuestro país no se respetan los poderes o unos tratan de manejar a otros como por ejemplo el Poder Ejecutivo quiere estar dominando y manejando los poderes legislativo y judicial, cosa que ha sido bastante fácil porque en este momento el Gobierno tiene todo el mando de poder en el poder legislativo y se dice en los grandes mentideros políticos que lo mismo sucede en el Poder Judicial.

Parece que el mundo político en Colombia se haya terminado, con la orden de casa por cárcel al expresidente y senador Álvaro Uribe, porque se considera qué es el hombre fuerte y da mucho para pensar cuando hablábamos del hombre fuerte de Panamá, del hombre fuerte de Venezuela y de los hombres fuertes de otros países y en Colombia también tenemos un intocable, lo que no debe de ser.

Vuelvo y repito lo que dije en otras oportunidades, toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, pero se está satanizando la determinación de la Corte Suprema de Justicia sobre el Expresidente y Senador olvidándonos que las cárceles colombianas están repletas de personas a quienes no se les ha definido su situación jurídica y que no tienen nadie quien hable por ellos.

No estamos negando que Álvaro Uribe ha hecho cosas importantes por el país, como sucedió en su primer mandato, pero el segundo mandato no fue tan positivo y ahora nos damos cuenta que no fue capaz con la orfandad del poder sino que se atrevió a despojarse de su honorable investidura de expresidente de la República para ser senador y de esa manera tener el poder.

Hoy las cosas son confusas, Álvaro Uribe no ha sido condenado, no se han tomado determinaciones y son sus seguidores los que han hecho los grandes escándalos para desvirtuar lo que pueda hacer más adelante la Honorable Corte Suprema de Justicia.

Y todo esto con un tufillo que se llama campaña presidencial, porque Uribe y sus seguidores no quieren aflojar o simplemente quieren seguir gobernando, porque consideran que el país político no puede ser sino con Uribe o con Uribe.

Lo que da tristeza es que al presidente Iván Duque Márquez se le haya olvidado que él es el presidente de más de 44 millones de colombianos, de los cuales muchos tienen problemas con la justicia y decía un columnista esta semana que el peligro estaba en que el Presidente dejará de gobernar para luchar por la causa jurídica del ex presidente senador, y eso mismo repetía la alcaldesa de Bogotá Claudia López hablando por un pueblo que no tiene voz ni voto y que está recibiendo malas informaciones porque se está repitiendo la historia del plebiscito cuándo fue la época de la gran desinformación; para colmo patrocinada por algunos sectores del periodismo colombiano y las cosas no han cambiado porque se notan más un periodismo gobiernista que libre, un periodismo que no piensa en los gobernados sino en los gobernantes y que a pesar de estar jugando un excelente papel con motivo de la pandemia, deja ver cómo está de sesgado en este momento.

La elección de Procurador, Defensor del Pueblo y de muchos dignatarios está cantada, todos tienen que ver con el Gobierno, ya sucedió con el Defensor del Pueblo y no hay que dar más vueltas porque la procuradora general de la nación es la ministra Margarita Cabello Blanco.

Esperemos qué tanto los Padres de la Patria qué han comenzado una legislatura bastante floja trabajen y que no sigan los enfrentamientos con aquello de la izquierda y de la derecha porque yo diría que son más los intereses personales que los verdaderos intereses políticos los que llevan a estas confrontaciones.

Vemos por ejemplo como el Gobierno Central quiere demostrar que es el que manda y toma determinaciones en el manejo de la pandemia del COVID-19, y esto se ve reflejado cuando los que tienen que ver con los aeropuertos y las aerolíneas no respetan la autoridad de los alcaldes y gobernadores y dicen que el que debe de tomar determinaciones es el Presidente de la República.

Así de esta manera, no vamos a llegar a ninguna parte y lo que se va a lograr es que el brote de la pandemia sea más fuerte más adelante, y todo por el afán de sacar adelante a algunos sectores de la economía que no son tan no son tan necesarios.

Sabemos que hay problemas en este momento de índole económico bastante grandes, que las pequeñas empresas se están cerrando por falta de ayuda del Gobierno qué se ha dedicado sólo ayudar a los grandes monopolios y al sector bancario.

El sector de la salud está colapsado, todo como es normal está enfocado en la asistencia al COVID 19, pero esto es normal, aunque se está dejando por fuera a los enfermos con otras patologías a quienes no se les está prestando el servicio médico por parte de las EPS.

Se está hablando de la telemedicina y de la tele consulta, pero cómo lograr que estos servicios se presten cuando no se logra que las máquinas que son las que atienden den las soluciones, porque la asistencia personalizada tanto por internet como por teléfono son un caos o han desaparecido.

Así las cosas no se van a solucionar y mucho menos cuando no queremos entender que el país tiene una deficiencia de personal especializado en la salud desde hace muchos años y recuerdo cuando en una cita médica uno de los galenos me comentaba que para que se hacía una especialización en Colombia cuando los sueldos que se ganaban eran bastante bajos y no se lograba siquiera conseguir recuperar la inversión.

Decía el sábado en la noche el Ministro de Salud que la pandemia estaba controlada en Bogotá, lo que no es cierto porque hay muchos brotes en muchos sectores y lo que estamos viendo es ese afán de darle solución a un problema que no está en las manos de nadie porque es algo sobrenatural que se soluciona cuando las cosas deban de ser.

Me parece mezquino cuando trata de no darse valor a los logros que se consigue por parte de los científicos en diferentes regiones del país y del mundo, no hay derecho que por asuntos políticos se cierren las puertas a los logros de los científicos rusos; que se piense que únicamente lo que se hace por parte del capitalismo tiene valor, cuando se debe de dejar de lado esa manera de pensar y trabajar para el bien de todos sin importar de donde venga la solución.

Son tan profesionales los científicos rusos, como los franceses, como los alemanes, como los ingleses y los norteamericanos, y lo que debe de hacer el mundo ahora es trabajar unido por conseguir esa vacuna qué puede salvar muchas vidas y así lograr qué esa crisis humanitaria y económica llegue a su fin, pero con egoísmo no vamos a llegar como dice el adagio popular a ningún Pereira.

Cambiando de tercio como dirían los narradores taurinos, vemos como en Colombia deportes como el ciclismo, el atletismo y otros dan grandes glorias al país y eso lo hemos visto este domingo cuando al finalizar el Critérium del Dauphiné, vemos a un muchacho de Soacha, Daniel Felipe Martínez, sin muchos pergaminos y sin mucho nombre que subió a los Alpes para poner en alto la bandera de Colombia.

Sólo sabemos hablar de fútbol y nos rasgamos las vestiduras por el regreso del fútbol colombiano y no nos preguntamos si estamos preparados porque nos damos cuenta a última hora que el balompié criollo pasa por una gran crisis económica en donde los peces grandes se quieren comer a los chicos, y vuelvo a decir aparecen los intereses personales tanto de los medios de comunicación como por los que devengan grandes millonadas alrededor de este deporte de multitudes.

Alguien dijo que el regreso a los estadios está un poco lejos porque depende del Gobierno, pero por lo que nos hemos dado cuenta un sector del Gobierno, qué tiene mucho contacto con los directivos del fútbol, está más interesado que nada para que el fútbol vuelva y vuelvan las emociones sin tener en cuenta si están listos para los protocolos y para evitar que el virus nos siga invadiendo.

Hago votos para que regrese el fútbol, pero también hago votos para que mis colegas redactores deportivos den una mirada no solo al fútbol masculino sino al femenino y a los otros deportes que como decía anteriormente grandes glorias le han dado a Colombia, porque son los verdaderos embajadores qué tiene el país, más que quienes están sentados en una oficina, de cóctel en cóctel y no les preocupa tener adelante con altura una verdadera imagen del país.

Todos los caldenses nos alegramos en la tarde del sábado cuando se conoció la noticia y el informe difundido por el periodista Esteban Jaramillo sobre la venta a un conglomerado inglés del Once Caldas llamado nuestro equipo Blanco Blanco, por qué no debemos de olvidar que a pesar de ser seguidores de otros equipos en nuestro corazón siempre está el Blanco Blanco de Manizales.

Qué bueno sería que se dejara trabajar a quienes llegan a manejar los destinos de aquel Once Caldas por el que han pasado grandes figuras, qué han sabido sostenerse, qué ha llegado a lo más alto y qué han sabido ser ejemplo del buen fútbol o toque toque, como dicen los narradores actuales.

Lo mejor para Manizales y su Blanco Blanco, lo mejor para el país en asuntos políticos, lo mejor para el país en asuntos de salud y que al señor Presidente de la República no se le olvide ese honor de qué es el presidente de 44 millones de colombianos y no de uno solo.

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