jueves abril 18 de 2024

Innovadores colombianos diseñan una “burbuja de protección Bio 1 papr” ante la COVID-19

Burbuja de protección Bio 1 papr

Fotos Cortesía

Agencia ANADOLU

Bogotá, 13 de octubre_ RAM_ Este producto, similar al casco que usan los astronautas, cuenta con un sistema que hace circular el aire por el interior con una mayor cantidad de oxígeno y evita que ingresen partículas.

El diseñador industrial Ricardo Conde y el ingeniero aeronáutico Andrés Felipe Giraldo son los fundadores de la empresa Quality Life Concept, en la que desarrollaron un casco similar al que protege a los astronautas en el espacio y que, según Conde, “a través de su uso masivo podría ayudar a la erradicación de la pandemia en un tiempo de dos meses y medio”.

Los creadores de la burbuja BIO-1 Papr son Fernando Yepes, PH en biomedicina, Fabián Carmona, técnico aeronáutico, experto en manufactura y Felipe Giraldo, ingeniero aeronáutico.

Originalmente los socios empezaron a desarrollar productos pensados en el hogar, con la idea de ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas, pero la pandemia los llevó a plantearse diferentes formas de fabricar productos que realmente fueran útiles para enfrentar la COVID-19.

Durante los dos primeros meses se centraron en la creación de una máscara médica fabricada con materiales caseros, con la base científica planteada por la Universidad de Cambridge, “pero nos dimos cuenta que más allá de productos económicos, las personas lo que realmente estaban buscando era productos que los protegieran, que fueran más allá del pequeño espectro de lo que es utilizar una máscara facial”, le dijo Conde a la Agencia Anadolu.

En ese sentido, se adentraron en un proceso de investigación más complejo, y este prototipo es el resultado de 84 ensayos diferentes, hasta que lograron encontrar la fórmula precisa.

Este producto, basado en los principios del PAPR (Respirador purificador de aire motorizado, por sus siglas en inglés), cuenta con un sistema motriz que genera mayor presión interna, lo cual crea una barrera invisible que hace circular el aire por el interior con una mayor cantidad de oxígeno y protege a la persona de que ninguna partícula ingrese.

«El casco pesa 650 gramos (22,9 oz) y consta de una estructura de plástico, una parte eléctrica, filtros y una batería de litio con una duración de 6 horas aproximadamente», asegura Giraldo.

«Actualmente contamos con una versión para niños, la cual busca dar mayor protección con el regreso a clases y en el exterior, haciendo de la burbuja un producto atractivo a los niños por su comodidad y que sea un gusto usarlo, debido a que parecen superhéroes o astronautas», destacó el ingeniero.

Este casco surgió a partir de diferentes investigaciones sobre productos que ya existían en el mercado para la protección respiratoria, como los filtros PAPR, que básicamente son respiradores purificadores de aire inyectado.

Conde y Giraldo detectaron que estos productos eran de muy buena calidad, pero sus precios «oscilan aproximadamente entre los 1.200 y los 2.000 dólares, lo cual para diferentes personas estaría fuera de su alcance económico», explica Conde.

Los profesionales de la salud se han convertido en sus principales aliados, tanto en la retroalimentación para la mejora de los prototipos como en términos de ventas, ya que son sus principales clientes.

Giraldo explica que esta idea se les ocurrió pensando en «las historias de los médicos, de personas que realmente viven su vida diaria con muchos riesgos (de enfermarse), o incluso algunas que ya están infectadas», aunque Conde agregó que su público objetivo podría ser «cualquiera que desee protegerse».

Este equipo tiene un valor comercial de 400.000 pesos colombianos (109 €/128 dólares).

¿Diferencias entre máscaras de protección y respiradores?

Las máscaras de protección, también conocidas como respiradores, son aquellas que buscan ajustarse firmemente al rostro y requieren un proceso de acople. Por ende, se puede estar seguro de que, en su ajuste, la máscara está reduciendo la cantidad de partículas que se respiran y viajan directamente hacia los pulmones.

Estos productos vienen en diferentes presentaciones, unos con y otros sin filtro; algunos desechables y otros que se pueden reutilizar. Estos aspectos hacen que varíe su valor en el mercado, el cual se ha disparado durante la pandemia.

Por otra parte, están las máscaras purificadoras de aire PAPR, que son muy similares a los cascos de buceo y funcionan con un motor que bombea aire a través de un filtro, lo cual brinda una solución protectora más integral.

Adicional a esto, ofrecen una mejor visión y comunicación entre el contagiado y los profesionales de la salud, y también aumentan el rendimiento de los médicos, que no deben cambiar todo su equipo de protección personal entre un paciente y otro.

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