martes noviembre 18 de 2025

El Ojo del Halkón Hay que llegar a acuerdos

Por Rubén Darío Mejía Sánchez

Da pena cuando encontramos que seguimos enfrentándonos después de 48 horas, cuando un joven político ha sido víctima de un atentado, como lo que le pasó al senador y precandidato a la presidencia Miguel Uribe Turbay.

Un hombre de casta política, colombiano, total, total, con sus orígenes, como todos los emigrantes, pero seguimos discriminando en este país. Cuando lo que necesitamos en este momento, en el que él se debate entre la vida y la muerte, en el que él lucha por vivir, es que lleguemos a acuerdos y donde debemos de colaborar todos.

Debemos de colaborar desde el señor Presidente de la República, cambiando su lenguaje, dejando de llamar a una cosa y a la otra, dejando de llamar a manifestaciones a la calle, sólo porque en el Congreso de la República no hacen lo que él quiere, parece que fuera un niño que cuando no le entregan su dulce, se agarra a hacer pataletas.

Esto me recuerda mucho, hace unos años, de un candidato a la presidencia que hizo pataletas y pataletas porque no ganó la presidencia, pero después llegó y no hizo nada. Entonces estamos viendo que desde el Ejecutivo las cosas están mal. Quiero quedar en claro en lo que voy a decir, da pena porque parece que la que apaga los incendios, la que dice las cosas como deben de ser es la señora Laura Saravia.

Laura Saravia parece que es la que está bien puesta en el Gobierno, porque por lo contrario, vemos que el Ministro del Interior no sabe ni para dónde va y llegó ahí, no sabe qué es lo que va a hacer. Ahora invitó a una reunión a los grupos políticos, a los partidos políticos y nadie quiere asistirle a un evento que él esté organizado. Hay que darle seguridad a los candidatos, son muchos candidatos, 30 en este momento, los que aspiran a la Presidencia de Colombia para el 2026 pero tenemos que desarmar ese lenguaje que se está utilizando en este momento porque la cosa no es que hay que acabar y tumbar a Petro y la cosa no es tumbando a Petro, la cosa es yendo a las plazas, es yendo a hablar con la gente y presentarles propuestas.

Este país necesita salud, necesita educación, necesita justicia, que es uno de los grandes problemas que tenemos en este momento y necesitamos estar de acuerdo todos, simplemente porque soy periodista y le estoy llamando con mucho cariño y mucho aprecio a todos mis colegas: cambiemos el lenguaje, el lenguaje que hemos tratado duro durante este año y los años anteriores sigue siendo lo mismo.

En la parte deportiva, si no hablamos de un partido a muerte y de una batalla no estamos contentos y en política y en economía y todo, utilizamos términos que no deben de ser y me da pena decirlo, pero hay directores de medios que se han echado encima la carga de hacerle la vida imposible al Presidente de la República, cuando él no necesita que nadie le haga la vida imposible, porque él mismo se la hace, con los errores que él comete; porque está cometiendo muchos errores.

Yo creo que si le preguntáramos dentro de unos años, ¿usted cómo le fue cuando era Presidente de Colombia? de pronto nos pregunta, allá cuando tenga 80, 85 años, si llega por esos lados, va a decir ¿y fue que yo fui Presidente de Colombia? y nos toca decirle: usted no fue Presidente de Colombia porque no supo gobernar al país.

Señores no volvamos a años atrás, los periodistas de la vieja guardia tuvimos que vivir esas épocas, estar cerca cuando mataron a Luis Carlos Galán, estar cerca cuando mataron a Pizarro, estar cerca cuando mataron a Alvaro Gómez Hurtado y para que hablar más, cuando comenzaron a acabar con la Unión Patriótica, pero en ese momento, como dice Humberto de la Calle Lombana, sabíamos quién estaba detrás de toda la situación, sabíamos quién era el enemigo, que era el narcotráfico. Quien mató a Lara Bonilla, sabemos que fue narcotráfico; pero quien atentó contra Miguel Uribe, no sabemos.

Unos dicen y son tan atrevidos de decir, que esto fue un atentado programado por ellos mismos, no, no miremos eso, no seamos tan bajos y también el Presidente dice, que la manifestación del sábado estaba improvisada, cuando era algo que ya estaba organizado hac varias semanas, que ya se ha invitado a la gente para que estuviera en el elemento y cuando llega este muchacho a repartir sus volantes, cuando llega a hablar de sus programas de gobierno, un niño utilizado por esos asesinos, que aún no conocemos quiénes son, le pegó dos tiros en la cabeza y uno en el brazo para acabar con su vida.

Un milagro, decían los médicos en el día de hoy puede suceder, pero de lo contrario, las cosas serán totalmente negativas y seguimos trinando en las redes sociales, atacando el uno y al otro y al otro. Dialoguemos, hablemos, no hablemos de lo que no conocemos.

La gente que dice que a este muchacho debieron de haberlo matado cuando lo detuvieron las autoridades, no, cuando lo detuvieron los guardaespaldas, tenían que respetarle la vida, primero que todo, porque hay que respetar los derechos humanos, segundo, porque es un niño y hay que ver cómo se le corrige la vida y cómo se saca adelante y de otro porque se necesita, porque es pieza clave dentro de las investigaciones.

No sabemos por qué todos queremos la muerte, la muerte, la muerte y nos llenamos la boca cuando hablamos de la muerte, cuando debemos de hablar de la vida. Nos mandó un Hombre que habló claro, sincero y como debía de hablarse, que llamó a los hombres y les dijo, que debíamos de amarnos los unos a los otros y resulta que nosotros le entendimos al revés, que es odiémonos los unos a los otros, parece que ya no estuviéramos cansados de las noticias de lo que están sucediendo en el resto del mundo cuando no hay sino muertos y muertos.

No sé si las nuevas generaciones van a estar muy contentas, pasando como lo que a nosotros nos tocó vivir en la ciudad de Medellín, que uno paraba en un semáforo y oía que sonaba algo y fue porque mataron a la persona que iba en el carro de al lado de nosotros o cuando nos tocó los atentados en Bogotá, el de la noventa y tres, el de la diecisiete y lo que pasó con el DAS.

Recordar eso todavía nos da susto, nos da miedo, la piel se nos eriza, pero no de felicidad como dice Amparo Grisales en su programa musical, sino que se nos eriza de miedo, de rabia.

Decía vuelvo y repito, poniendo de ejemplo al único que he oído hablar claramente en estos momentos que es Humberto de la Calle Lombana, cuando decía: el dolor, el rencor, el odio que se sienta en este momento revertámoslo para que hagamos las cosas buenas por Colombia. En este momento Miguel Uribe Turbay necesita la oración de todos los colombianos sin importar las creencias. Miguel Uribe en este momento necesita la fuerza de todos los colombianos y el gran problema es que Colombia nos necesita a todos los colombianos, pero haciendo las cosas por el bien de Colombia, que buenos esos embajadores que tenemos, muchas veces, y que no se nombra, como son los deportistas, pero qué pesar que la violencia esté llegando hasta el deporte, que la violencia se esté masificando y que en este momento nosotros seamos tan duros que no sentimos el dolor de los demás.

Hoy yo siento lo de Miguel Uribe como si fuera mi propio hijo, tuve la oportunidad de conocerlo desde niño, de conocer a su madre, porque trabajé con ella: una mujer, gran periodista, que fue engañada por una noticia, fue por una noticia, y encontró fue la muerte y esta es la hora que no se sabe, dicen que la mató el narcotráfico o que fue un error en el momento del rescate, no importa que hayan pasado, lo que pasó fue que la mataron y qué pesar que tuviéramos que decir en un futuro, que a su hijo también lo mataron.

Aunque estamos haciendo votos y creemos en el Creador y creemos que puede darse el milagro, porque ese muchacho tiene mucho para dar, su familia lo necesita, su hijo lo necesita, su esposa, todos los que están alrededor, los que lo vimos crecer, sus amigos y no olvidemos una cosa, en este momento no está perdiendo en la situación que está Miguel Uribe, sino que está perdiendo toda Colombia.

Hagamos un alto en el camino, señor Presidente cambie su lenguaje, señor Presidente sea claro en las cosas que dice, señor Presidente lo que diga en la mañana cúmplalo en la tarde; lo que dijo en la noche de la alocución cúmplalo, señor Presidente busque unir al país y no a dividirlo.

Señores políticos, ya dieron la muestra que no quieren la unidad del país, porque no quieren asistir a una reunión a ver si hay unos acuerdos, para que haya garantías para quienes aspiran tanto a la Presidencia la República como al Senado y a la Cámara de Representantes.

No queremos más muertos, queremos un país próspero y recordemos, está muy trillada la frase, pero de verdad que somos más los buenos en Colombia que los malos.

Y le estamos diciendo en este momento, Miguel con toda la fuerza te esperamos, aunque sabemos que sólo se hace la voluntad del Creador en la vida de cada uno de nosotros. Esperamos que eso se cumpla y que Colombia no necesite más sangre para seguir adelante.

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