¿Frenar el caudillismo es responsabilidad solo de figuras políticas o de todos?
Por Luisa Fernández Soto
Creo que estamos normalizando algo que, si no frenamos este año preelectoral, el próximo será muy difícil. Les hablo del caudillismo. El caudillismo es un fenómeno político en el que figuras políticas, gobiernos de cualquier orilla política, líderes políticos creen que están por encima de las instituciones.
Y valida en ese mensaje o esa postura, a través de los aplausos de unos sectores de la población que los respaldan, esos debates polarizantes, populares, y que para muchos pueden sonar muy bonitos, pero no son reales. Lo están muy alejados de la realidad de un país como Colombia. Solo miren los ejemplos de algunos procesos autoritarios o caudillistas de la región y, ahora en cueto, eso termina muy mal inter… y termina incluso alejando la ciudadanía de la política.
Un interés que se necesita constantemente para la democracia. En este momento las instituciones se deben proteger, deben prevalecer porque son las únicas que creamos o no confiemos o no en ella, las que nos pueden proteger como ciudadanos y a las que podemos aplicar como ciudadanos cuando el caudillismo y el autoritarismo tomen mucho terreno, que hasta el momento creo que en Colombia estamos a tiempo de frenar. Siendo a esto así, o viéndolo así, el momento de ver la política de tres aristas no desde las emociones, desde lo utópico claro, para creer que siempre se puede hacerlo correcto y se debe hacerlo correcto en un sistema político, económico y social.
Lo estratégico para entender que la necesidad de un país necesita de una planeación para saber elegir, para saber exigir, para saber evaluar incluso como ciudadanos, pero especialmente para hacernos responsables también de la política colombiana. La política no está alejada de los ciudadanos, en nuestra responsabilidad y desde lo pragmático para entender que cualquier propuesta debe aplicar si debe materializarse, no más dejarse meterlos dedos a la boca, sí, incluso propuestas ciudadanas desde la colectividad también se pueden aplicar. Jorge Bergoglio dijo en una entrevista que debemos entender que la humanidad debería encaminarse hacia el concepto de una humildad, una humildad entendida, como la forma de que las personas aferran algo pequeño o grande, pero colectivo y hemos perdido esa colectividad, creemos solo desde la individualidad y en la política de eso es peligrosísimo, además de añino, vire, ve al país como una casa, ve a su región, a su ciudad, a su municipio como una casa, déjela en manos de personas responsables, o sea usted, el mismo responsable de eso, no creo que usted haría la responsabilidad de su casa en una persona que si bien le cae muy bien, 0 es muy chebere o está de acuerdo con usted en todas las cosas, no tiene el mínimo sentido de la protección o de la seguridad, o de cómo desarrollar la mejor, de cómo sacarla adelante, eso pasa en este momento, somos responsables de no dejar que su debate es de caudillistas o de personas que proyectan verse como caudillistas, calen en la ciudadanía, somos nosotros los responsables de hacer una violación y de poner un freno a eso, leí esta semana también, un columnista del periódico el tiempo, que durante estos meses la responsabilidad de los candidatos o de cualquier figura política es entregar propuestas que de verdad sean válidas para un país como Colombia y cuando hablo de válida, hablo de reales, no de debates vánales o de discusiones venales, hablo de reales propuestas y la responsabilidad como medio de comunicación y como periodistas es difundir esas propuestas técnicas reales que además calen en la ciudadanía y que tengan una intervención en el aparato social, económico, político de Colombia, esa limitación que le hago incluso a los ciudadanos se damos responsables políticamente, para que el interés crezca y para que mucho no terminan desilusionados de la democracia y de la política colombiana, porque lo que realmente necesitamos en este momento es que crean y actúen.