El Ojo del Halkon Autocritica al Periodismo Colombiano
Rubén Darío Mejía Sánchez
Acabo de cumplir 57 años de haber empezado o iniciado como dice mi carrera como periodista y me da tristeza ver como algunos colegas no todos están totalmente polarizados a un lado u otro de la política y las noticias que deben de darse a conocer las olvidan o simplemente las dejan en titulares y lo peor del caso es que en vez de informar desinforman a nosotros nos enseñaron que debíamos de respetar y debemos de informar y contar lo que estaba sucediendo y no opinar que para opinar para eso estaban los columnistas y los editorialistas
Vemos en la radio y en la televisión y leemos en la prensa que muchos de los colegas quieren derrumbar a un presidente o al otro, pero no dando las informaciones como deben de ser sino totalmente sesgadas y qué pena dan cuando hacen una encuesta y se nota que ese cuarto poder ya no tiene la fuerza de antes y que mucho menos se está respetando a los periodistas
Los que ya estamos de salida porque cuento con 77 años de edad miramos con tristeza que a pesar de haber tanto talento se desperdicia porque se les dan unas pautas donde no se debe de hacer sino amarillismo y tratar de acabar con la honra y viene de los demás sin darse cuenta que cuando se dice que una persona ha cometido un delito y luego se descubre que no lo cometió es muy difícil devolverle la honra
Por todo el tiempo que he ejercido he tratado de no mezclar la religión la política mis opiniones a mi favor he tenido un partido con el que he pensado y he militado me gusta un equipo de fútbol y tengo mi manera de pensar de Dios pero jamás hablé mal de los demás por ser de otro partido por ser de otra religión o por ser de otro equipo
Sé que queda el enemigos gratuitos pero también me da tristeza como los jóvenes periodistas actualmente no tienen un respaldo para hacer un buen trabajo porque desde las salas de redacción y las líneas editoriales se están cometiendo errores y no piensan en hacer autocríticas y no recuerdan aquello que el periodismo está para servir y no para ser servido y no para servir a los dueños de los medios y a los políticos sino a ese pueblo que lo lee y que necesita la ayuda porque el periodismo es un apostolado
Estuve escuchando radio esta semana en las emisoras que dicen que ocupan los primeros lugares y solo vi que destilaban odio hablaban de riqueza cuando la gente que les escuchaba muchos no tienen ni que comer o si tienen una comida diaria es mucho y siempre hacia los lados de los conglomerados económicos periodistas que se olvidaron de dónde llegaron y por qué están donde están periodistas que no saben que el respeto se gana y no se pierde como se está perdiendo en este momento
Todo esto duele y principalmente cuando uno lleva en su corazón una profesión y el orgullo de ser periodista
Un día me preguntaron las prioridades y dije que primero en mi vida estaba Dios segundo mi profesión tercera mi madre y mis hijos y mi esposa y de eso me siento orgulloso porque no me señalaron por haber maltratado a nadie por haber dicho cosas que no fuera de los demás y por no haber sido parcializado con nada como dije anteriormente sino simplemente un informador que contaba lo que estaba sucediendo
A nuestros periodistas ya no les informa perdón ya no les enseñan que para que haya una buena información se necesita un qué un cuándo un dónde y un porqué uno se pone a leer una crónica principalmente en los deportes en el fútbol hacen el resumen del partido y en muchas veces no encontramos cómo quedó el resultado o hablan de un político o de un tema diferente hablan y hablan de las cosas y de lo que era el título nada de nada
Nos estamos faltando a la ética y al respeto y eso lo miro desde mi balcón con mucha tristeza
Soy Rubén Darío Mejía Sánchez
De reporteros asociados del mundo



