jueves marzo 28 de 2024

¿Y dónde está el piloto?

 Por Esteban Jaramillo Osorio.

Presionado, con ausencias y nervioso, Ecuador espera a  Colombia. Partido vital, el del martes, para uno y otro, que no da márgenes de error en el resultado porque los números en la ruta al mundial no cuadran.

Colombia llega con su fútbol en tinieblas: vacío, sin inspiración. Y,  lo que es peor, con el timón roto.  ¿Donde esta el piloto?

Las reformas a la alineación y las formas elegidas en el funcionamiento, son tan confusas como desordenados son el posicionamiento y comportamiento de los futbolistas.

¿Cuánto le cuesta a Colombia brillar en el área?

El traqueteo de sus bloques , por los desajustes, llega por las decisiones del cuerpo técnico, que despoja de solidez al equipo, no permite asociaciones entre futbolistas, improvisa y deposita la única opción en la capacidad individual. Siempre los goles salvadores en la agonía de los partidos.

James, un 10 puro, creativo,no tiene la misma influencia del pasado. Es hoy un líder sin peso, por lo visto ante Bolivia, porque falla en el pase, no conecta las líneas, tiene desajustes en los disparos a puerta y actúa desesperado e inseguro, flotando a lo ancho de la cancha en confrontación directa consigo mismo y con el juez.

El juego en general carece de profundidad. Los extremos, discontinuos, no se explotan; no hay sencillez en los toques, no hay estilo definido. Los creativos son lentos, sin sorpresa y alejados del área; desconectado a su vez  el ariete de turno, e ineficiencia ante la red.

El fútbol es efectivo cuando se juega con sencillez, directo y al gol. Cuando el hilo conductor es el balón, que desplaza  prisas y ansiedades.

Se acortan los plazos y se empina el camino hacia Rusia.

¿Cómo jugarle a Ecuador? Vaya usted a saber, teniendo en cuenta los misterios del entrenador, su indescifrable estrategia y sus preferencias en este tipo de partidos al empate, que valora como un triunfo en invitación directa al fútbol choque tan distante de nuestra identidad.

En resumen hay futbolistas de clase pero no hay equipo. En el arsenal de juego tantas habilidad para explotar, tanto talento para exhibir, tantos motivos para celebrar.

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