El café se proyecta en las regiones donde había conflicto con las Farc
Planadas es un municipio de Tolima con cerca de 40.000 habitantes. Queda cerca de Marquetalia, la vereda en donde se crearon las Farc y que por años fue conocida como “la república independiente”, el lugar desde donde “Tiro Fijo”, dirigía a sus hombres. Allí nació Jennifer Matoma, una joven de 21 años que fue escogida por la empresa The Colombian Coffee Company para ir a Inglaterra y estudiar más sobre el café.
Jennifer creció en una finca cafetera de 6 hectáreas donde sus padres, Uriel Matoma y Marleny Lasso, la criaron al tiempo que recolectaban las semillas y realizaban el proceso necesario para vender el grano a buen precio. El café corre por sus venas. Es muy joven para recordar los hechos de violencia que se dieron por los enfrentamientos entre la Fuerza Pública y la guerrilla el siglo pasado, pero aún le quedan rezagos de un pasado que ya parece distante.
“La generación de mi abuelo y hasta la de mi padre si tuvieron que vivir esas épocas cuando era muy difícil. Yo recuerdo que alguna vez vi grupos de hombres armados mirando a la gente y haciendo círculos en el pueblo, pero gracias a Dios no tuve que vivir nada más”, dice la hoy catadora profesional de café.
Desde muy temprano Jennifer empezó a interesarse por lo que podía mejorar la calidad del café y todo lo relacionado al grano. Le encantaba acompañar a su padre a recogerlo en la finca y luego secarlo para venderlo. Muy pronto aprendió a catarlo para reconocer los tonos cítricos y dulces que asegura que son propios de esa región.
“Uno comienza a cuidar del café en lo técnico y se da cuenta de que tiene muchos atributos. La catación del café es un arte muy lindo. Es algo en donde se abre un nuevo mundo. Hay que conocerlo, vivirlo, ver cómo crece, sembrarlo, limpiarlo, hacerle el beneficio, secarlo y luego de eso hay que aprender a tostarlo, a catarlo y de barismo”, añade eufórica.
Sueña con crear una loción de café que quiere llamar JennCoffee. Es tímida, su voz se quiebra y tiene que esperar unos segundos para tomar aire y volver a comenzar. Dentro de poco tomará un avión con destino a Londres en donde se encontrará con Eduardo Flórez, el director de la compañía que le dio la oportunidad para avanzar en su formación profesional.
De otro lado, Jennifer asegura que hace falta más educación e inversión para que los campesinos puedan conocer cómo hacer mejor su café y elevar el precio. En Inglaterra el mercado de café especial que debe ser de puntaje 87 está creciendo al 14%. Jennifer dice que allí pagan muy bien por la calidad del café que se da en Colombia y asegura que los campesinos no saben eso y solo se dedican a vender lo que más puedan.
Planadas, que queda a casi 10 horas de Ibagué, fue duramente golpeada por el conflicto de mitad del siglo pasado cuando las Farc hasta ahora empezaban a crecer. Hoy allí queda una Zona Veredal que alberga a guerrilleros, la descendencia de la generación de Marulanda. Cerca de allí, en las veredas vecinas, el café está empezando a constituirse como la fuente número uno de recursos para los campesinos.