Reconocemos la paz para perpetuarla, embajadora de México en Colombia
Bogotá, 1 oct (Prensa Latina) Para los países garantes de los procesos de paz en Colombia resulta fundamental el mantenimiento del compromiso de aquellos integrantes de los grupos armados que abandonaron la vida guerrillera y se reintegraron a la sociedad.
En ese caso está México, que fungió como acompañante de los diálogos entre el Gobierno y las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) hasta la firma del Acuerdo de 2016, y luego se erigió como garante de las pláticas con el Ejército de Liberación Nacional.
A juicio de la embajadora de México en Colombia, Martha Patricia Ruíz, es justo honrar por el cumplimiento de su palabra a quienes optaron por una convivencia pacífica y abandonaron la senda de la violencia.
En diálogo con Prensa Latina, declaró que en el transcurso de este año han realizado nueve encuentros con exguerrilleros a los que les fueron entregados reconocimientos por su voluntad de mantenerse en el camino de la construcción de la paz.
Uno de estos eventos se desarrolló en Bogotá y en él se dieron cita antiguos miembros de las FARC-EP y también del Movimiento 19 de abril, conocido como M-19, cuyos integrantes entregaron las armas de manera definitiva en 1990.
Las otras reuniones efectuadas, de carácter territorial, se celebraron en los departamentos de Cesar, Tolima, Bucaramanga, Caquetá, Valle del Cauca, Casanare, Antioquia y en Cundinamarca sobre todo con participación de quienes pertenecían a las filas de las FARC-EP.
Según declaró Ruíz, los encuentros son para reconocer a los firmantes de paz que se mantienen firmes en su determinación, para combatir la estigmatización que pesa aún sobre muchos de ellos y para animar al resto de los grupos armados a buscar una solución pacífica a sus diferendos con el Gobierno.
A juicio de la diplomática, la paz no se consigue únicamente con la entrega de las armas, sino que para que esta se consolide tiene que haber justicia y posibilidades de participación para los exguerrilleros porque, según enfatizó, luchaban por motivaciones políticas y por el deseo de transformar a Colombia.
También, insistió, constituye un motivo de preocupación los asesinatos y las amenazas a los exguerrilleros, lo que atenta contra la preservación de la disposición de estos de mantenerse alejados de la violencia.
En este punto, destacó que México, en su calidad de acompañante del proceso, se involucra para respaldar a quienes conservan su voluntad de reinsertarse a la sociedad.
Señaló además que la mayoría de ellos cumple con lo pactado en el Acuerdo de Paz, pese a los retrocesos que ese proceso sufrió bajo la anterior administración.
“Los reconocimientos los estamos haciendo conjuntamente con la Universidad Autónoma de Guerrero, casa de altos estudios del sur de la nación azteca, y este centro está ayudando a los antiguos guerrilleros a continuar estudios para que tengan herramientas para la reincorporación”, reveló Ruiz.
Esto, añadió la embajadora, está generando una expectativa importante porque ellos necesitan estar capacitados en sus oficios parta poder tener trabajo y, gracias a las becas conferidas, con las cuales pueden ir a México o estudiar a distancia, se les está dando la posibilidad de superarse.
Hasta la fecha hemos entregado aproximadamente unos 300 diplomas por evento, de aproximadamente unos 13 mil desmovilizados, y también convocamos a las familias de aquellos que firmaron la paz pero que ya murieron, para reconocerlos in memoriam, aseveró.
La diplomática refirió que una de sus aspiraciones es que más naciones se sumen a las iniciativas de este tipo y garantizar más respaldo internacional porque se precisa de otros apoyos, además del económico que algunos países confieren, según enfatizó.
Con las acciones desarrolladas, remarcó, México quiere dar un impulso al Acuerdo de 2016 y que el estado colombiano sienta que la nación azteca apoya y contribuye.
“Seguiremos haciendo todo lo que creamos que puede contribuir a la paz, de esta u otra manera”, sentenció Ruiz.