Reflexiones y anécdotas de vida

Diana Mariela Becerra
Por: Fabio Becerra Ruiz
Dos matrimonios, cuatro hijas que se pelean por consentirme, dos en cada matrimonio, y ya mi vida en ruta a los 82 abriles, son hechos que me permiten afirmar que tengo la suficiente experiencia de vida, para aconsejar a los padres jóvenes de hoy día, así no hagan caso a mis recomendaciones, que aquí las expreso, para que ojalá no cometan los mismos errores que hemos cometido muchos padres, con un exceso de amor hacia nuestros hijos, que en muchas ocasiones conlleva situaciones, que les dificultan su evolución y su desarrollo como seres humanos, ya que necesitan y requieren desde pequeños, es ser educados y formados con cierta independencia, para afrontar su propia vida.

Las cuatro hijas, de Fabio Becerra Ruiz de izquierda a derecha, Diana Mariela, Karen, Sheila Tatiana, y Carolina..
Nos ocurrió, junto con mi esposa, como padres de Diana Mariela, la tercera de mis hijas, y la primera de mi segundo matrimonio, quien a mi entender, fue demasiado consentida por exceso de amor nuestro, ya que creció siempre sobreprotegida por nosotros sus padres, llegando a la Universidad Javeriana a iniciar una carrera profesional de la cual no estaba segura, y que al no tener certeza de ser la adecuada, y no decidirse por ninguna otra, colapsó física y emocionalmente, debiendo retirarse, para atender su salud, afectada con el estrés que ésta difícil situación le presentaba, con miras a su futuro profesional.
Reconozco que el mayor dolor que he sufrido en mi existencia, fue como padre, tener que hospitalizarla hace casi treinta años, aunque por pocos días, mientras evolucionaba favorablemente su salud, pero a la vez la mayor alegría, que en contraste también he tenido en mi ya larga vida, ha sido verla a ella luchar con decisión, con fortaleza, y con valor, hasta recuperarse de ésos delicados problemas de salud que la afectaron, incluso con sufriendo accidente en bicicleta, por pérdida de equilibrio originada en insuficiencia de riego sanguíneo cerebral, que obligó a los médicos a intervenirla quirúrgicamente, para colocarle la válvula de Hakim en su cerebro, con lo cual recuperó su salud, su movilidad, y su equilibrio, y así ya pudo iniciar sus estudios en la conocida Universidad EAFIT, en la cual se graduó como profesional en Lenguas Modernas, hablando hoy fluidamente además de su idioma natal español, tambien el inglés, el italiano, el Francés, y concretando su aspiración de vivir en el exterior, residiendo desde hace varios años en Londres, donde se acompañan con nuestra hija menor Sheila Tatiana, ciudadana Colombo- Británica, con lo cual ambas nos dan la satisfacción como padres, de saber que pese a la distancia, viven en un país más civilizado, con mayor calidad de vida, y con mayores prerrogativas, lo cual nos tranquiliza, y nos alegra, al visitarlas anualmente, y compartir vivencias y experiencias inolvidables periódicamente, lo cual hago yo igualmente con mis cuatro hijas.

Fabio Becerra y su familia
Es Diana Mariela, una mujer valiente, que la admiro como hija, como mujer profesional, y como ser humano, pues yo he sido tambien su alumno, y ella mi profesora de Francés, en el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA-, donde pude comprobar su excelente calidad como docente, que le fue reconocida incluso por las directivas del -SENA-, además de haber sido objeto de distincion con un «Honoris Causa» otorgado por la «Fundación Educativa Tomas Moro», siendo postulada a dicho reconocimiento, por el famoso y reconocido escultor, pintor, y Embajador Cultural de Tuluá (Valle),
Maestro Ángel Eduardo Bernal Esquivel, su profesor de pintura, campo en el cual Diana Mariela, también se luce con su propio estilo pictórico.
Ha sido nuestra hija Diana Mariela, una valiente y tenaz luchadora ante la vida, pues ha afrontado numerosas dificultades, entre ellas un serio accidente que le ocasionó un irresponsable motociclista que la atropelló y le causó lesiones, y también un accidente en bicicleta, que le causó fractura del brazo, y se lo ocasionó el desequilibrio por la falta de irrigación sanguínea cerebral, que le fue descubierta, y por lo cual le implantaron la famosa y eficiente válvula de Hakim, y a pesar de todos sus contratiempos, hoy sigue avante en Londres, como una valiente luchadora por la vida que ha sido, y ha salido adelante mirando con desafío el futuro, con orgullo y decisión, y superando diversas adversidades que incluyeron un fracasado matrimonio, de todo lo cual ha superado, permitiéndonos a sus padres y hermanas, admirarla como una mujer valiente, luchadora, tierna, y solidaria, además de ser la luz de de nuestras vidas, lo cual nos lleva a afirmar orgullosamente en nuestro caso como padres, que «ésa es nuestra hija, de la cual nosotros sus padres, nos sentimos orgullosos por su valor, su decisión, y su manera de ser, echada p’alante, pues «para atrás ni para tomar impulso», como dice el refrán popular…»


