sábado diciembre 6 de 2025

Reflexiones y anécdotas de vida

19 julio, 2025 Crónicas Fabio Becerra Ruiz

Diana Mariela Becerra

Por: Fabio Becerra Ruiz

Dos matrimonios,  cuatro hijas que se pelean por consentirme, dos en cada matrimonio, y ya mi vida en ruta a los 82 abriles, son hechos que me permiten afirmar que tengo la suficiente experiencia de vida, para aconsejar a los padres jóvenes de hoy día, así no hagan caso a mis recomendaciones,  que aquí las expreso, para que ojalá no cometan los mismos errores que hemos cometido muchos padres, con un exceso de amor hacia nuestros hijos,  que en muchas  ocasiones conlleva situaciones, que les dificultan su evolución y  su desarrollo como seres humanos, ya  que necesitan y  requieren desde pequeños,  es ser educados y formados con cierta independencia, para afrontar su propia vida.

Las cuatro hijas, de Fabio Becerra Ruiz de izquierda a derecha, Diana Mariela, Karen, Sheila Tatiana, y Carolina..

Nos ocurrió, junto con mi esposa, como padres de Diana Mariela, la tercera de mis hijas, y la primera de mi segundo matrimonio, quien a mi entender, fue demasiado consentida por exceso de amor nuestro, ya que  creció siempre sobreprotegida por nosotros sus padres, llegando a la Universidad Javeriana a iniciar  una carrera profesional de la cual no estaba segura, y que al no tener certeza de ser la adecuada, y  no decidirse por ninguna otra,  colapsó física y emocionalmente, debiendo retirarse, para atender su salud, afectada con el estrés que ésta difícil situación le presentaba, con miras a su futuro profesional.

Reconozco que  el mayor dolor que he sufrido en mi existencia, fue  como padre, tener que hospitalizarla   hace casi treinta años, aunque por    pocos días, mientras evolucionaba favorablemente su salud, pero a la vez la mayor alegría, que en contraste también he tenido en mi ya larga vida, ha sido verla a ella luchar con decisión, con  fortaleza, y  con valor, hasta recuperarse de ésos delicados problemas  de salud que  la afectaron,  incluso con sufriendo accidente en bicicleta, por pérdida de equilibrio originada en insuficiencia de riego sanguíneo cerebral, que obligó a  los médicos a intervenirla quirúrgicamente, para colocarle la válvula de Hakim en su cerebro, con lo cual recuperó su salud, su movilidad, y su equilibrio, y así ya pudo iniciar sus estudios en la conocida Universidad EAFIT, en la cual se graduó  como profesional en Lenguas Modernas, hablando hoy  fluidamente además de  su idioma natal español, tambien el inglés, el italiano, el Francés, y concretando su aspiración de vivir en el exterior, residiendo  desde hace varios años en Londres, donde se  acompañan con nuestra hija menor Sheila Tatiana, ciudadana Colombo- Británica, con lo cual  ambas nos dan   la satisfacción como padres, de saber que pese a la distancia, viven en un país más civilizado, con mayor calidad de vida, y con mayores prerrogativas, lo cual nos tranquiliza, y nos alegra, al  visitarlas anualmente, y compartir   vivencias y experiencias inolvidables periódicamente, lo cual  hago yo igualmente con mis cuatro hijas.

Fabio Becerra y su familia

Es Diana Mariela, una mujer valiente, que la admiro como hija, como mujer profesional,  y como ser humano, pues yo  he sido tambien  su alumno, y ella  mi profesora de Francés,  en el  Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA-,  donde pude comprobar su excelente calidad como docente, que le fue reconocida  incluso por las directivas del -SENA-,  además de haber sido objeto de distincion con un «Honoris Causa» otorgado por  la «Fundación Educativa Tomas Moro», siendo  postulada a dicho reconocimiento, por  el famoso y  reconocido escultor,  pintor, y Embajador Cultural de Tuluá (Valle),

Maestro Ángel Eduardo Bernal Esquivel, su profesor de pintura, campo en el cual  Diana Mariela, también se luce con su propio estilo pictórico.

Ha sido nuestra hija Diana Mariela,  una valiente y tenaz  luchadora ante la vida, pues ha afrontado numerosas dificultades, entre ellas  un  serio accidente  que le ocasionó un irresponsable motociclista que la atropelló y le causó lesiones,  y también un accidente  en bicicleta, que le causó fractura del brazo, y se lo  ocasionó el desequilibrio por la falta de irrigación sanguínea cerebral, que  le fue descubierta, y por lo cual le implantaron la famosa y eficiente válvula de Hakim, y a pesar de todos sus contratiempos, hoy sigue avante  en Londres, como una  valiente luchadora por la vida que ha sido, y  ha salido adelante mirando con desafío   el futuro, con orgullo  y  decisión, y  superando diversas adversidades que incluyeron un fracasado matrimonio, de todo lo cual ha superado, permitiéndonos a sus padres y hermanas, admirarla   como   una mujer valiente, luchadora, tierna, y solidaria, además de ser la luz de de nuestras vidas, lo cual nos lleva a  afirmar orgullosamente en nuestro caso como padres, que «ésa es nuestra hija, de la cual nosotros sus padres, nos sentimos orgullosos  por su valor, su decisión, y su manera de ser, echada p’alante, pues «para atrás ni para tomar impulso», como dice el refrán popular…»

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