Se acaba el tiempo
Es verdad de Perogrullo que sería positivo para el país y el éxito del posconflicto que el Eln entrara finalmente a las negociaciones de paz. Pero los tiempos de Santos y de la gobernabilidad no pueden ser los mismos que los de una errática guerrilla que vaga entre propuestas de convenciones nacionales sin pies ni cabeza o que pretende negociar con la sociedad civil sin contar con el Estado.