domingo abril 14 de 2024

No se asusten con el cuero

Por Rufino Acosta

Otra vez el llamado síndrome del arponero: primero reclaman para que lo agarren y después claman para que lo suelten.

Hablo de las medidas de la Dimayor tras los desmanes de las barras en el Pascual Guerrero.

Comparto la protesta por haber tratado de excluir a los medios (radio, prensa y TV), pero en lo demás estoy de acuerdo.

Algunos dicen que debió castigarse más a unos que otros, sin tener en cuenta que estos casos de alboroto o desmanes colectivos es casi imposible establecer milímetria punitiva.

Ante los reiterados problemas con los mal llamados hinchas desadaptados, era necesario proceder con acciones radicales, sin medias tintas.

Que los inconformes ejerzan los recursos que estimen procedentes, pero que los comentaristas sean más reflexivos y no se dejen llevar por el juego de intereses.

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