No se asusten con el cuero
Otra vez el llamado síndrome del arponero: primero reclaman para que lo agarren y después claman para que lo suelten. Hablo de las medidas de la Dimayor tras los desmanes de las barras en el Pascual Guerrero. Comparto la protesta por haber tratado de excluir a los medios (radio, prensa y TV), pero en lo demás estoy de acuerdo.