martes marzo 26 de 2024

El cannabis cambiará de estatus en Colombia, de la mano de la investigación

Por Carlos Villota Santacruz

Twitter @villocol

Bogotá, 30 de diciembre_ RAM_ Con la llegada de la nueva era, la tercera década del siglo XXI, a partir del 1 de enero de 2020, existen nuevos retos y oportunidades para Colombia en materia económica y social. Además, las nuevas generaciones tienen una participación activa en el ámbito público y privado. Una acción que nace en las calles se traslada a la academia y el naciente Ministerio de Ciencia y Tecnología, que más temprano que tarde, deberá abordar de manera integral el uso del cannabis medicinal.

En otras palabras, un cambio de estatus a una droga prohibida y perseguida que entrará en la agenda pública con la investidura de legalidad. Para una sustancia que se consumía hace 8 mil años en China, pasar de la prohibición a la tolerancia y de la tolerancia a la legalización es un nuevo escenario, al mejor estilo de la película “Avatar.

Lo que es claro, es que la puesta en marcha del Cannabis medicinal tiene hoy más preguntas que respuestas por parte de los ciudadanos y de los distintos actores involucrados en el tema. En ese terreno, está Gold Hemp Colombia, quién a través sus directivos: Pedro Padilla, reconoció             que “se hace necesario profundizar en du discurso en sus acciones legales y construir un robusto marco regulatorio”.

Esa es, y, debe ser, la esencia del debate que se abre en el primer semestre del 2020. Un año, de por sí, será de alta polarización. Que requiere una acción del Estado en todos los frentes. El de la salud y el uso del cannabis medicinal, es uno de ellos. Quedarse en el análisis de la favorabilidad del costo de la mano de obra, los incentivos ofrecidos a las empresas a la hora de invertir, para para a un plan de acción, será sin duda complementario, para que Colombia en su economía como un todo, se incorpore a la cadena global con posibilidades de éxito.

Una hoja de ruta contraria sería otro sinsabor para el Gobierno del presidente Iván Duque que tendrá en el naciente Ministerio de Ciencia y Tecnología a un aliado. Colombia a la par de países como Canadá, Uruguay, México, Perú, Ecuador, Argentina y Brasil está inmerso en un proceso de aprendizaje y adaptación en materia regulatoria del uso del cannabis medicinal. Todos estamos aprendiendo de alguna manera, incluido el autor de esta columna de opinión.

Lo que se requiere en adelante, es que exista un idioma y un accionar institucional desde las regiones con el acompañamiento a Gobernadores y alcaldes. Un marco donde “brille con luz propia” una estrategia coordinada, participativa y por sobre todo con enfoque de mercado. Mi sentido común, me permite afirmar que la llegada a buen puerto d ela industria del cannabis en los próximos diez años, no se va a medir por el número de empresas que desarrollen proyectos con el color “verde” de las licencias, ni mucho menos con la capitalización del mercado. El éxito de esta industria se traducirá en el número de proyectos cuyos planes de negocio incorporen estrategias de acceso, que edifiquen el camino de cumplir con los estánderes de mercados en pleno desarrollo como el canadiense y el europeo.

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