James: saber esperar.
Ver jugar al Real Madrid sin James Rodriguez en la nómina, no es atractivo para muchos de nosotros. El concierto proviene de Ramos con su fastidioso fútbol choque, que golpea sin piedad a quien se le atraviese, con cara de ángel, inofensivo, y tolerancia arbitral. O de Cristiano, sin duda crack, que en épocas de fatiga enseña sus berrinches de malcriado, desaprobando a sus compañeros o a su entrenador.