miércoles octubre 23 de 2024

Víctimas que ahora cuentan con empleo

19 septiembre, 2014 Económicas

VÍCTIMAS SPE (1)

Cecilia Mendoza, sufrió la desaparición forzada de su esposo y padre de su único hijo, Juan, de quien recibió el desprecio  al creer que ella nunca había denunciado el hecho e intentó suicidarse.

Marcela López, de 22 años, vivía en una vereda de Barrancabermeja cuando su padre y hermanos fueron amenazados y sin pensarlo dos veces dejaron su siembra, animales y demás pertenencias  para desplazarse a la ciudad, lugar donde les tocó “acomodarnos y vivir en un ambiente duro, pesado y hostil”.

Cuando John Ponce, tenía 12 años y soñaba con hacer algo para aportarle a su familia, descubrió una realidad que no desea que la viva nadie, y fue la de salir corriendo con su padre y la poca familia que le quedaba para que no fuese alcanzado por las balas que cegaron la vida de varios de sus parientes, vecinos y amigos preadolescentes.

A Cecilia, Marcela y John, el destino los unió y una convocatoria laboral que hizo el Servicio Público de Empleo, SPE, les ofreció una oportunidad laboral, la que hoy agradecen a Dios, les permite soñar, planear y “sentirse útil y con muchas capacidades” como lo señala Cecilia, quien a sus 58 años estaba ya cansada de recibir siempre un “NO”  a sus solicitudes de trabajo.

Los tres forman parte del grupo de 40  personas de diferentes regiones del país que se capacitaron esta semana en Bogotá, después de participar en un proceso de selección  que se realizó para escoger a quiénes laborarán a partir del próximo lunes, atendiendo a las víctimas de la violencia,  en los  principales centros de empleo del territorio nacional.

La atención la prestarán en los 20 centros de empleo y en 7 puntos de atención de la unidad de víctimas y serán quienes den atención preferencial y por su vivencia y sensibilidad, orienten y asesoren a sus iguales, para que puedan ubicarse laboralmente en el menor tiempo posible.

La felicidad y sonrisa que conmovieron a Cecilia, cuando recibió la llamada en la que le notificaban que había sido escogida para trabajar en un Centro de Empleo, serán herramientas fundamentales “para atender con calidad, amabilidad, respeto y mucha dignidad a quienes me soliciten información, y voy a tratar a todas las víctimas por igual y sin distinción”.

Marcela López por su parte, está dispuesta a aclarar las dudas, a ayudar a crear bien los perfiles de sus similares. “El hecho victimizante nos permite que con nuestro carisma, amabilidad y buena atención, enfoquemos adecuadamente a nuestros compañeros, por así decirlo, y que tengan una mejor calidad de vida y puedan sostener a sus familias con un buen trabajo”.

John Ponce, aprovechará “esta gran oportunidad de oro que le ha dado la vida”, de trabajar en un Centro de Empleo, para dar ánimo a las personas víctimas del conflicto para que se capaciten, estudien y asesorarlos bien para enrutarlos adecuadamente y así puedan encontrar en forma pronta y ágil un buen empleo.

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