A Esperanza Gómez,la ‘pornostar’ colombiana, no le gustan los ‘tríos’ sino los ‘cuartetos’
Esperanza Gómez revela su obsesión por los zapatos de tacón extralargo, de los que puede llegar a tener 400 pares
Ricardo Rondón Ch.
http://laplumalaherida.blogspot.com/
Según el portal Orgasmatrix que, en respetables y guardadas proporciones es la versión de la revista Forbes de la industria porno, la colombiana Esperanza Gómez ocupa el segundo lugar de favoritismo después de la norteamericana Luisa Anne.
Muchas lunas han pasado desde que esta despampanante rubia oriunda del municipio de Belalcázar, en del departamento de Caldas (Colombia), que en sus años mozos aspiraba convertirse en enfermera, hasta que un ‘cazatalentos’ la convenció posar para un catálogo de ropa interior de una marca de Medellín. Tenía apenas 16 años y ese fue el primer escalón de una carrera vertiginosa, en la actualidad, una de las ‘pornostar más solícitas y mejor pagas en la ambiciosa cinematografía caliente de los Estados Unidos.
Colombia se perdió quizás de una enfermera de vocación, pero con sus opulentos atractivos y su desenfado a toda prueba para exhibirlos, ha ‘enfermado’ a muchos hombres y mujeres que han repetido hasta la saciedad más de una docena de sus películas, entre algunos títulos: ‘Booty I Like’, ‘Latyn Adultery’, ‘Love Kara Tai’, ‘Real Wife Stories’ y la más alebrestada de todas, según los especialistas en este género, ‘Kick Azz’.
A punto de cumplir 32 años (14 de mayo), Esperanza Gómez, piel trigueña, ojos cafés, 1.70 de estatura, rubicunda y Tauro en el espectro zodiacal (amantes de alto voltaje según los astrólogos), es también la imagen de varios productos que se erigen intimidantes en las estanterías de los sex-shop: cremas, lubricantes, vibradores, y hasta un dispositivo para el alargamiento del miembro viril.
Gómez es la nueva imagen del canal Venus, para adultos, y recién llegó de Argentina, causando revuelo en los espacios televisivos donde fue invitada: el de Susana Giménez, ‘Duro de domar’ y ‘Animales sueltos’, al tiempo que aceptó participar en el programa ‘Los elegidos de Esperanza’, un ciclo donde presentará segmentos de sus películas más agresivas.
Entre las excentricidades de la ‘pornostar’ y ex conejita Playboy se cuenta un promedio de 400 pares de zapatos, todos ellos con tacones que superan los 10 centímetros, de diferentes marcas, modelos y texturas, los más preciados de su colección, unos de cristal blindado, diseñados exclusivamente para ella por un fabricante italiano.
Entrevista picante y de largo aliento con la controvertida y polémica diva del denominado cine triple X.
¿Por qué esa obsesión por los zapatos?
“Me parecen divinos. Siempre quise tener muchos zapatos, y hoy, por mi trabajo, tengo que estar muy actualizada en materia de calzado. Los tacones altos en puntilla son los más sexis. Y, en la cama, aún más…”.
¿Cómo una mujer proveniente de una familia tradicional y conservadora de Caldas llega a convertirse en una reconocida ‘pornostar’, hoy segunda en la lista de Orgasmatrix?
“He contado con el apoyo de mi familia. Mi padre fue el primero en respaldarme cuando le dije que yo quería ser ‘conejita’ Playboy. Ellos han respetado ampliamente lo que escogí como profesión, la de actriz porno”.
¿Es cierto que fuiste abusada sexualmente cuando apenas tenías 15 años?
«Es cierto, a escasos días de cumplirlos».
¿Quién fue esa persona?
«Un amigo de mi papá que tenía un almacén. Un hombre de aproximadamente 50 años. Yo le estaba colaborando en su trabajo cuando de repente empezó a seducirme. Como yo lo rechacé, el optó por la fuerza».
¿Lo hablaste con tus padres?
«Mi papá era un hombre muy violento y seguramente lo habría matado de haberse enterado. A mí mamá tampoco le conté por el mito de la virginidad. En la casa a mi hermana y a mí nos inculcaban que la mujer tenía que llegar virgen al matrimonio. Pero tiempo después se enteraron».
¿Cómo fue eso?
«Estaba en Cali y allí conocí a un hombre mayor, que primero fue mi gran amigo y luego mi pareja durante nueve años. Él me apoyó mucho moral y sicológicamente, y ya tuve la oportunidad de hablar con mi familia de lo que me había pasado. Fue una descarga muy refrescante para mí».
¿Qué pasó con el tipo que te abusó? ¿Lo volviste a ver?
«Once años después del abuso lo vi muy acabado y en silla de ruedas. Simplemente me quedé mirándolo sin decirle nada. No sé si él me reconoció. Pero sentí un fresquito en el corazón».
¿Crees que esa dura experiencia te marcó para decidirte a trabajar en la industria porno?
«No, porque ya estaba recuperada sicológicamente y había madurado. Me tentó hacer porno después de mi experiencia como modelo y ‘conejita’. Era una fantasía que tenía de la adolescencia porque me encanta el sexo, soy multiorgásmica. El de la industria porno me pareció un mundo interesante por descubrir, además que es un trabajo que genera muy buenos recursos monetarios. O sea, me pagan por sentir y dar placer».
¿Y cómo fue tu debut en el cine triple X?
“Se llamó ‘South Beach Cruisig 3’, y de entrada se disparó el ranking, porque esa película no sólo trascendió como taquillera, sino obtuvo el premio AVN, que es como el Oscar del cine porno”.
¿Qué significa actuar en una película caliente?
“Yo tengo como regla de oro no actuar, no fingir, no parecerme a nada ni a nadie; simplemente fluir con absoluta naturalidad. Cada escena me la gozo al máximo”.
¿Pero hay alguna inducción histriónica?
“Claro que sí, pero de una manera muy técnica. Sólo que en la cama, toda la carga la llevo yo”.
¿Eliges al actor con el que vas a trabajar?
«Sí, aunque también eso hace parte de un consenso con el director y el productor. Pero respetan la decisión propia. Si uno no quiere hacer escenas con alguien, por cualquier motivo, empezando por la química o el ‘feeling’, no hay problema».
¿Eres racista?
«Para nada. Yo no tengo problemas de color ni de raza. He tenido compañeros negros, asiáticos, de diferentes nacionalidades».
¿Lo harías con un enano?
«¿Por qué no? No encuentro motivo para no hacerlo. Incluso sé de oídas que los enanos son muy creativos y divertidos en la cama».
¿Qué tan importante es el tamaño para ti?
“En mi vida personal, no; pero en la profesión, en un rodaje, es importantísimo, es la herramienta primordial; aunque visualmente me llama la atención el tamaño, hay hombres que son muy bien dotados, pero eso no quiere decir que sean buenos amantes. Lo uno no va con lo otro”.
¿Sobre qué centimetraje aprueba un candidato el casting?
“Menos de 17 centímetros, no clasifica”.
¿A qué llamas un amante 10?
“A aquel que es capaz de resolver todos los deseos y las inquietudes que uno tenga, y que su capacidad de resistencia sea inagotable”.
¿Te gusta ver las películas que haces?
“Normalmente cuando hago una escena, veo las fotos, pero no la proyección. Soy pudorosa en ese sentido. Mis películas son para el disfrute de quienes me admiran. Pero no las veo”.
¿Y por qué?
“Porque me siento intimidada. A mí me gusta ver porno pero de otras actrices, no mío”.
¿Tomas algo para llenarte de valor y hacer las escenas que te indican?
“Para el rodaje, no. Simplemente me concentro en lo que tengo que hacer y fluyo normalmente, y me olvidó de las cámaras y de la gente que me está observando”.
¿Qué es lo más difícil que te ha tocado hacer durante un rodaje?
“Hasta la fecha no se me ha dificultado nada, porque estoy en el proceso de ir escalando hasta alcanzar el nivel más fuerte de la industria, que se conoce como ‘hardcore’”.
¿Qué es lo que más disfrutas del sexo?
“La penetración en todos sus niveles, y que sea fuerte; me encanta el hombre rudo que me haga ver estrellitas, que lo sienta todo. No soy una mujer pasiva”.
¿Cuántas orgasmos has llegado a tener en una relación?
“Muchos, la idea no es contarlos sino disfrutarlos”.
¿Cuál es el tiempo ideal de una relación?
“Para que una mujer llegue al éxtasis, mínimo debe durar 45 minutos”.
¿Normalmente, en un día ordinario, cuántas veces haces el amor?
“Eso depende de mi tiempo libre. Si no tengo nada que hacer, todas las veces que se pueda”.
¿Te gustan los tríos?
“Pero para una serenata. A mí me parece que en los tríos siempre hay una persona que queda sobrando. Yo prefiero el cuarteto”.
¿Cómo sería?
“Dos hombres y dos mujeres, para que no haya revanchismos”.
¿Con qué modelo o actriz te gustaría irte a la cama?
“Lo he dicho varias veces, con Amparo Grisales, que es una mujer con sobrado ‘sexappel’, además de inteligente, bella, sensual y profesional, despierta muchas emociones a la vez. Con ella me encantaría tener sexo”.
¿Y con qué hombre?
“Con un tipo como Jean Claude Van Dame, que tiene un culo de campeonato”.
¿A qué llamas un polvo olímpico?
“Cuando uno queda completamente exhausta, sin alientos, agotada, y no quiere sino echarse un sueñito”.
¿Cómo te cuidas?
“Permanentemente estoy en chequeos médicos para descartar cualquier contagio de transmisión sexual. Por eso me dolió mucho cuando salió el rumor de que yo estaba contagiada con el virus VIH. Eso no es cierto”.
¿Tienes una pareja sentimental?
«Sí, ya completamos catorce años. Él también hacer parte de la industria, pero llevamos una relación abierta».
¿Qué quieres decir con ‘abierta’?
«Que por obvias razones de trabajo él es consciente de los hombres con los que me acuesto, los actores de las películas. Y yo no podría recriminarle que él tenga sus aventuras con otras mujeres. Además que es un picaflor».
¿Has hecho escenas lésbicas fuera de cámaras?
«Claro que sí, yo de tiempo atrás sentía atracción por las mujeres y mi primera relación se dio por iniciativa de mi marido. Es decir, él deseaba un trío. Y lo logró».
¿Y cómo te sientes con una mujer?
«Me gusta. Las mujeres por naturaleza somos muy sensuales y eso hace que los besos, las caricias y el tiempo de una relación se disfrute más. Aunque a la par a mí me vuelve loca el alto voltaje de un hombre que se precie de serlo».
En ese orden de ideas, ¿qué es para ti la infidelidad?
«Esa palabra no existe en mi diccionario. Pero sí exijo que si mi marido goza de sus aventuras fuera de casa, me lo haga saber. Es importante».
¿Qué más te puede excitar fuera de tu trabajo y de tus relaciones en casa?
«Yo soy vouyerista. A mí me excita ver a una pareja teniendo sexo».
¿Cómo es Esperanza Gómez en su casa?
“Una mujer normal, común y corriente, que hace mercado, riega las matas y saca los perros al parque”.
¿Cocinas?
“No. Eso sí me da pereza. Prefiero comer a la carta”.
¿Hasta cuándo crees que vas a aguantar como ‘pornostar’?
“Afortunadamente esta industria es muy grande y cubre varios rangos: de los 18 a los 25, de los 25 a los 35, de los 35 a los 45, y de ahí en adelante hasta que la persona aguante. Yo renunciaré el día en que deje de disfrutarlo”.
¿Cuántas cirugías?
“Sólo una: busto. Quedé en 36D”.
¿Qué opinas cuando te comparan con Sofía Vergara?
“Me siento elogiada porque ella, además de bella, es una mujer muy talentosa y con su trabajo ha dejado muy en alto a nuestro país en el exterior. Pero ella en lo suyo y yo en lo mío”.
¿Fuera de tus padres, quién es esa otra persona importante en tu familia?
“Mi hermana y mi sobrina, a quien considero como una hija”.
¿Abrigas la esperanza de ser mamá?
“No. Ese proyecto está descartado”.
¿No te han propuesto fabricar con tu imagen una muñeca porno?
«No, por el momento sigue vigente la muñeca, pero de carne y hueso: ¡Acción pura!»