viernes julio 26 de 2024

El diario de la economía colombiana

01 abril, 2014 Opinión

El primer ejemplar de La República vio la calle en la madrugada del lunes 1 de marzo de 1954. El principal objetivo informativo del nuevo periódico creado por el ex presidente Mariano Ospina Pérez y el empresario antioqueño, Julio C. Hernández, era comunicar temas de política económica en un tiempo donde abundaban las noticias políticas cargadas de sectarismo y escaseaban los mensajes económicos, en un ambiente nacional muy crispado como siempre ha sucedido desde nuestra independencia en el siglo XIX.

De eso han transcurrido seis décadas y muchas cosas han pasado en la historia económica colombiana. Largos periodos de proteccionismo, bonanzas cafeteras, crisis financieras, hallazgos petroleros, apagones, internacionalización de la economía, absorciones y fusiones empresariales, escándalos financieros, tratados de libre comercio, y una constante que le ha puesto freno a la llegada de Colombia al club de los países desarrollados: la guerra contra las guerrillas y el narcotráfico.

La violencia generada por los grupos al margen de la ley que hoy siguen dedicados al terrorismo, al cultivo y venta de narcóticos, le han pasado la cuenta de cobro a un país que tiene todas las condiciones para llegar a ser líder en la región, pero en donde todas las dirigencias no han sido capaces de llevar a Colombia a un buen puerto. La República ha sido uno de los testigos vivos de la historia económica de los últimos sesenta años; ha visto pasar en sus páginas el estancamiento casi permanente de los mismos procesos irresolutos; del triste retroceso en algunos logros, y por fortuna y esperanza, el fuerte avance de muchos proyectos empresariales y políticos. No todo ha sido malo, ni todo es de aplaudir, pero la Colombia que hoy se construye tiene una historia que hemos visto pasar y que debe tenerse en cuenta para seguir levantando las bases sólidas de un crecimiento sostenido.

La información económica, si bien ha sido ‘judicializada’ por esa tendencia nacional de volverlo todo un asunto conflictivo, es vital para que la asignatura pendiente que hoy tiene la dirigencia nacional, de sellar el proceso de paz con los guerrilleros, sea una tarea ejecutada y duradera. Estamos seguros que atravesamos un nuevo tiempo lleno de esperanza en donde el conflicto interno dejará de ser una excusa para el progreso y veremos cómo empieza a llegar la urgente pacificación total en donde la igualdad y equidad sea un asunto prioritario.

Y como primer diario económico, financiero y empresarial, nos sentimos responsables de permanecer atentos a comunicar los logros de esa nueva Colombia que se empieza a fraguar. Las múltiples plataformas nos permitirán seguir como siempre escribiendo la bitácora de la economía colombiana.

La REPUBLICA

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