Lizcano denuncia falta de planeación, previsión y negligencia en el manejo del cambio climático
Como una catástrofe sin proporciones calificó el senador Mauricio Lizcano las consecuencias que vive el país por la sequía de los últimos meses que ya deja 3.5 millones de colombianos afectados y un déficit de 0,5% en el Producto Interno Bruto.
La sequía, reveló Lizcano, tiene a 117 municipios en 22 departamentos en alerta por falta de agua y a 302 municipios en riego por escasez.
“180 municipios se han visto afectados con incendios forestales y 700.000 mil hectáreas de cultivos de banano, arroz, algodón, cítricos, frutas y hortalizas y pastos se han perdido”, indicó.
Agregó que en el sector bananero de 151 empresas se han visto afectadas 101 y de 320 fincas bananeras 204 han visto perdida su producción. El área arrasada por el verano es de 5.221 hectáreas.
“En el Urabá hay una disminución de las exportaciones de banano en 5 millones de cajas para el segundo semestre de 2014, lo que representa el 8% del total de 65 millones de cajas”, agregó.
El impacto en la ganadería no ha sido menor. Según reveló Lizcano, en lo corrido de 2014 se han registrado aproximadamente 67 mil reses muertas de las cuales 34 mil son de la costa atlántica y 590.000 bovinos han sido desplazados en el caribe y otras regiones.
50% de la producción de carne y 40% de la de leche ha sido afectada también en la costa. Un millón de aves productoras de huevo y carne están en peligro en los santanderes y se ha aumentado en 1500 millones los sobrecostos para el sector avícola.
Igualmente la sequía ha afectado el empleo. A la fecha se han perdido 21.300 empleos directos en el sector agrícola y en el sector bananero un 10% del total de empleos generados es decir que 2.000 trabajadores fueron licenciados.
A nivel regional se reporta que un 60% de los habitantes de Santa Marta están sin agua y sufren racionamiento. En Yopal, desde hace tres años, la población que supera los 350 mil habitantes se siguen abasteciendo de agua en carrotanques.
En el departamento de la Guajira, los principales ríos que surten de agua a las diferentes poblaciones se encuentran secos. Los indígenas Wayúu, que representan 50% de la población en la región, son los más afectados por el fenómeno climático, debido a la escasez de alimentos y de agua.
El Impacto Económico de la sequía
De acuerdo con las proyecciones de Planeación Nacional, el país está en riesgo de perder 0,5% de su PIB anualmente si no se toman medidas contra los efectos del cambio climático.
En el estudio de Planeación presentado por Lizcano se establece que entre 2010 y 2100 se prevén pérdidas anuales de 1.6% en la productividad de carne y leche, de 5.3% en pesca y de 7.4% en producción agrícola.
El diagnóstico
De acuerdo con Lizcano a pesar de que existen innumerables advertencias sobre los efectos del cambio climático, Colombia no se ha preparado para enfrentar la situación.
“El gobierno nos ha dicho que ya llegó el fenómeno del niño, pero no es cierto. Estamos viviendo los rezagos de la sequía del 2013. El niño como su nombre lo indica llegará en diciembre y los efectos más graves los vivirá el país entre enero y marzo del próximo año”, aseguró en el debate de control político en el que participaron los ministros y representantes de entidades que manejan el tema ambiental en el país.
Para Lizcano el gobierno tiene una sobre planeación en el manejo del cambio climático combinada con un déficit de ejecución. “Cuando llega un efecto del cambio climático como las excesivas lluvias o el verano se responde con obras que sólo sirven para la temporada, con carro tanques para suministrar agua o con mercados, pero las medidas de fondo se han dejado de lado”.
“La falta de planeación, prevención y negligencia del estado y de los entes territoriales es clara pero no se ha querido ver. Existe la falta de una política pública ambiental, no se articulan las instituciones en torno al tema del cambio climático, hay negligencia en las Corporaciones Autónomas regionales en el manejo de cuentas hidrográficas y rondas hídricas y hay ausencia de investigación aplicada frente a los fenómenos climáticos”, dijo Lizcano en su debate.
Adicionalmente reclamó que el gobierno aún no haya delimitado los páramos y humedales en el país tal como se estableció en el plan de desarrollo 2010-2014 y dijo que, por el contrario, se han permitido los cultivos y la minería extractiva en estas reservas hídricas.
Se requiere de manera urgente una política pública frente al cambio climático, un plan hídrico nacional, la expedición del plan estratégico de macrocuencas, un seguimiento serio y efectivo sobre el contenido y efectividad de las POMCAS, expedir las normas de protección de páramos y humedales, un cambio de fondo a las CARs, dotar al ministerio de ambiente de mejores herramientas y recursos, concluyó.