No debió titularse “El árbitro que expulso a Pelé”
Por Esteban Jaramillo Osorio
No debió titularse “El árbitro que expulso a Pelé”, como figura en la genial y recomendada crónica de Alberto Salcedo Ramos; sino el árbitro al que Pelé expulsó. Pelé, para tantos el mejor jugador del mundo en la historia, rompió con los reglamentos y se amparó en la impunidad, luego de insubordinarse en un partido del Santos en el Campin. Tras ser expulsado por Guillermo “el chato” Velásquez, por protestas airadas tras un penal supuestamente no sancionado, logró el perdón de la tribuna y las autoridades y regresó a la cancha. Aquella noche sus compañeros masacraron al silbato que fue excluido del cotejo. No fue, sin embargo, el personaje central del suceso el afamado futbolista. Lo fue el juez colombiano, conocido por su autoridad insobornable.
Ha muerto «el chato». Gran amigo. Compañero alguna vez de micrófono con su lenguaje informal, lleno de historias, como aquella que emocionado relataba: “Un día en un mundial, partido Italia Corea, descubrí a un coreano infractor del reglamento y expulsé a otro porque a todos los veía iguales”. El chato árbitro FIFA, de la generación de Mario Canessa, y Mecato Aristizábal ya desaparecidos.
Siempre estará los tres en mis recuerdos futboleros.
«el Chato», personaje inigualable.