miércoles marzo 27 de 2024

La energía solar se convertirá en el ‘nueva reina’ de los mercados eléctricos mundiales

14 octubre, 2020 Económicas Agencia Anadolu

Un panel solar en el distrito de Inegol, Yeniyoruk, Turquía, el 24 de enero de 2019. Foto Sergen Sezgin – Agencia Anadolu

Agencia ANADOLU

Ankara, 13 de octubre_ RAM_ Se espera que la energía solar sea el nuevo «rey de los mercados de electricidad» en los próximos 10 años, con una tasa de crecimiento aproximada del 12%, según reveló el martes el informe World Energy Outlook (WEO) 2020 de la Agencia Internacional de Energía (IEA).

El informe encontró que las energías renovables crecerán rápidamente en los cuatro escenarios energéticos futuros propuestos por la IEA, con la energía solar en el centro de esta nueva constelación de tecnologías de generación de electricidad.

Según el informe, la energía solar fotovoltaica (FV) es actualmente más barata que las nuevas centrales eléctricas de carbón o gas en la mayoría de los países, esto debido al apoyo de políticas y tecnologías que permiten un acceso barato a capital para energías renovables en los principales mercados.

Se espera que la demanda de petróleo caiga en promedio un 8% y el carbón un 7% este año, mientras se estima que la capacidad de energía solar por año se expanda en un promedio del 12%, lo que corresponde a 280 gigavatios de capacidad adicional anual.

«Veo que la energía solar se convertirá en el nuevo rey de los mercados eléctricos del mundo. Según la configuración de las políticas actuales, está en camino de establecer nuevos récords de implementación cada año después de 2022», señaló el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

El informe WEO-2020 evidenció que el fuerte crecimiento de las energías renovables debe ir acompañado de una sólida inversión en sistemas de redes eléctricas, ya que estos demostrarán ser un eslabón débil en la transformación del sector energético sin una inversión suficiente.

«Si los Gobiernos y los inversores intensifican sus esfuerzos de energía limpia en línea con nuestro escenario de desarrollo sostenible, el crecimiento tanto de la energía solar como de la eólica sería aún más espectacular y enormemente alentador para superar el desafío climático del mundo», señaló el ejecutivo.

Se prevé que la demanda mundial de electricidad crezca un 20% hasta 2030; de este las energías renovables cubrirán el 80%, según el informe, que destacó el papel principal de la energía hidroeléctrica como la fuente renovable más grande de energía y la energía solar como la principal fuente de crecimiento, seguida de la energía eólica terrestre y marina.

El bajo crecimiento económico no es una estrategia de bajas emisiones

El informe atribuyó la enorme caída en la demanda e inversiones mundiales de energía debido a la crisis generada por la pandemia de la COVID-19, que ha causado más trastornos que cualquier otro evento en la historia reciente.

Birol afirmó que a pesar de una caída récord en las emisiones de carbono globales este año, el mundo está lejos de hacer lo suficiente para ponerlas en un declive decisivo.

Para el director ejecutivo de la AIE la recesión económica sólo suprimió las emisiones temporalmente. Así mismo, el ejecutivo agregó que un crecimiento económico bajo no es una estrategia para bajas emisiones, sino que solo serviría para empobrecer aún más a las poblaciones más vulnerables del mundo.

Birol recomendó que solo mediante cambios estructurales más rápidos la forma en que se produce y consume la energía romperá la tendencia de las emisiones para siempre.

“Los Gobiernos tienen la capacidad y la responsabilidad de tomar medidas decisivas para acelerar la transición a la energía limpia”, destacó.

Los confinamientos nacionales en varios países para evitar la propagación de COVID-19 fueron citados por la AIE como la principal razón en la disminución de la demanda mundial de energía.

«Se prevé que las emisiones globales se recuperen más lentamente que después de la crisis financiera de 2008-2009, pero el mundo todavía está muy lejos de una recuperación sostenible», según la AIE.

Para contrarrestar el aumento de las emisiones, la Agencia recomendó un cambio radical en la inversión en energía limpia, que ofrecería una forma de impulsar el crecimiento económico, crear empleos y reducir las emisiones.

«Este enfoque aún no ha aparecido de manera prominente en los planes propuestos hasta la fecha», resaltó el informe, excepto para la UE, el Reino Unido, Canadá, Corea, Nueva Zelanda y algunos otros países.

Las inversiones en energía caerán un 18%

De acuerdo con el informe, los esfuerzos de reducción de emisiones deben centrarse en la infraestructura energética existente, como plantas de carbón, acerías y fábricas de cemento, o de lo contrario, los objetivos climáticos internacionales quedarán fuera de su alcance independientemente de las acciones en otras áreas.

«Un nuevo análisis detallado en el WEO-2020 mostró que si la infraestructura energética actual continúa funcionando de la misma manera que lo ha hecho hasta ahora, se mantendría el aumento de temperatura de 1,65 grados Celsius», explicó el texto de la AIE.

El informe enfatizó la necesidad de poner la inversión en energía limpia en el centro de los paquetes de recuperación económica para que el mundo pueda estar en camino hacia un sistema de energía resiliente el cual pueda cumplir con los objetivos climáticos.

Según el WEO, las inversiones mundiales en energía también disminuirán en un 18% este año debido a la menor demanda, las incertidumbres económicas y los débiles balances de las empresas.

En uno de los cuatro escenarios presentados en el informe WEO, el escenario de políticas declaradas, que refleja las intenciones y los objetivos de política anunciados, la demanda mundial de energía recupera su nivel anterior a la crisis a principios de 2023, pero esta recuperación se generará hasta 2025 en el hipotético caso de que la pandemia se prolongue.

«Un crecimiento más lento de la demanda reduce las perspectivas de los precios del petróleo y el gas en comparación con las tendencias anteriores a la crisis. Pero las grandes caídas en la inversión aumentan el riesgo de volatilidad futura del mercado», subrayó el informe.

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