lunes marzo 18 de 2024

El Ojo del Halkón Un compás de espera

Por: Rubén Darío Mejía Sánchez

Tuve la oportunidad de ver la transmisión del cambio de gobierno en Colombia y de solo una cosa puedo estar seguro, así se diga lo que se diga seguimos estando polarizados totalmente tanto la ciudadanía como los medios de comunicación.

Se pone uno a mirar cómo cambian los tiempos y nunca había visto una prensa tan arrodillada como en los últimos años en Colombia; trató de no darse a conocer la verdad de muchas cosas y de tapar y destapar, simplemente porque por el problema de la pandemia el Gobierno aprovechó la oportunidad para dar lo que llamó colaboración a algunos medios de comunicación en estos casos a la gran prensa y estos le supieron retribuir de una manera tal que se convirtió en vergonzoso.

Iván Duque y algunos de sus ministros estrella estaban en todos los medios de comunicación día y noche, dejando por fuera a muchos de los ministros que de verdad trabajaron y estuvieron a la sombra y no me estoy refiriendo al ministro de salud, porque este caballero debió de ocupar las primeras páginas con merecidos méritos, por ese trabajo arduo y honesto, porque si vamos a ver cuál fue la verdadera estrella durante la pandemia no fue el Gobierno, me refiero al Presidente si no el Ministro de Salud, un hombre callado sincero, amplio y gran trabajador.

Hasta momentos antes de tomar posesión como presidente de la república Gustavo Petro, algunos de los medios de comunicación ya estaban dando como un fracaso este gobierno, sin dar un compás de espera, sin conocer cómo se va a trabajar y simplemente diciendo que lo que ofrece o se compromete el nuevo inquilino de la Casa de Nariño es imposible cumplir.

Aprendí hace muchos años, más de 50, qué los periodistas estamos para informar y no para desinformar y me di cuenta que mucha gente estaba desinformada tanto en las elecciones presidenciales y del Congreso como ahora con la llegada del presidente Petro a la casa de los presidentes.

Muchas personas que nos rodeaban estaban haciendo unas preguntas que uno se quedaba sin palabras: ¿Verdad que Petro va a cerrar las iglesias?

¿Verdad que Petro nos va a quitar los cuatro pesos que tenemos?

¿Verdad que Petro si nos va a llevar a la verdadera pobreza?

Y así como éstas una serie de preguntas que uno no sabía cómo contestar porque no era que estuvieran mal formuladas, sino que estaban llenas de incertidumbre por lo que habían escuchado en los medios de comunicación, en dónde repito muchos desinformaron de lo que estaba sucediendo.

Hay que dar la oportunidad al nuevo gobierno como se le ha dado oportunidad a los demás gobiernos, nunca se sabe cuándo se posesiona un presidente si va a ser bueno o malo, solo los hechos demostrarán y darán oportunidad para calificar bien o mal, pero cuando uno está cegado porque se le dan unos cuantos pesos, no tiene la libertad para informar cómo debe de hacerse.

Tuve oportunidad hace algunos años de estar en un congreso internacional de periodistas, en dónde con orgullo pusieron a la prensa colombiana por encima de muchos medios de comunicación a nivel internacional, por la manera de informar, la manera de hacer las cosas y porque de verdad en Colombia no solo se hace periodismo, sino que se escribe muy bien.

En los eventos deportivos principalmente los de ciclismo se han destacado los narradores colombianos y los comentaristas y han sido admirados por los propios colegas en diferentes partes del mundo. No sabemos porque nos colocamos una camiseta y no la sabemos llevar, esto pasa en los deportes y pasa en la actividad pública y de gobierno, en dónde nos hacemos tan fanáticos que no vemos lo que está sucediendo alrededor.

Hay que esperar a ver qué es lo que va a hacer Petro y no debemos de calificarlo como un desastre desde el comienzo, y conste lo he dicho en varias oportunidades en mis columnas que no soy petrista, porque una de las cosas en las cuales me distinguido es en ser periodista y por eso me considero un informador y ahora que hago las columnas como un opinador, cómo dicen en mi tierra allá en las bellas montañas de Caldas, las cosas deben de ser claras y el chocolate espeso.

Trabajemos, informemos y contemos lo que va haciendo el gobierno y demos ese tiempo que se necesita para calificar buena o mala la forma cómo se está gobernando y recordemos que lo que hacemos lo hacemos para el bien del país.

No se nos olvide que así como hay personas intelectuales que no leen, hay personas que no tienen tanto estudio y qué creen a ojo cerrado lo que nosotros los de los medios de comunicación les contamos.

Da tristeza que muchas veces se llegue a una transmisión de televisión o de radio o se escriba sin estar informado, paso ahora en las transmisiones de los cambios de gobierno en donde ni siquiera sabían cuál era el significado de la espada de Bolívar para el nuevo Presidente de la República y lo que hicieron fue hacer mapas y hasta el día de hoy leía un caricaturista que decía simple y llanamente que la espada de Bolívar se necesitaba en ese momento era para partir el ponqué del pastel de celebración por la llegada del nuevo gobierno.

Me di cuenta que algunos de los colegas no saben cuál es el papel que debe desempeñar cada ministro, porque unos tocan un tema y otros otro tema, eso quiere decir que están desinformados.

No digo que soy el mejor periodista de Colombia, ni que soy el más informado, me enseñaron que antes de estar al frente de un micrófono, sea radio o televisión, al frente de una máquina de escribir y ahora al frente de un computador, debo saber lo que voy a hablar porque hay mucha gente que va a creer lo que digo y si lo digo mal aceptarán esa información así y quedan más desinformados que en el principio.

Invito a los colegas a que demos un compás de espera y a pesar de no estar de acuerdo con el nuevo gobierno esperar que las cosas salgan bien para que Colombia siga adelante. Recordemos, un presidente es alguien que llega a administrar por cierto tiempo pero el país queda, el pueblo queda y el que debe de sufrir las consecuencias es el ciudadano de a pie, por eso hay que desear lo mejor, no colocar tropiezos sino colaborar para que las cosas salgan bien.

Decía una señora mayor de edad, qué le daba mucho miedo que Petro cerrará las iglesias, porque ella a su alta edad no deja de ir a los templos, pero que lo que esperaba era que Dios bendiga al nuevo presidente y lo orientara para que todo saliera cómo debe salir, por el bien de todos, y así deberíamos de pensar los que estamos en las diferentes partes del país y quiénes hacemos labores tan importantes como es informar. Recordemos que sí a Petro le va bien, le va bien a Colombia y eso es lo importante.

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